En el marco del Proyecto ProHuerta del INTA, ingenieros del INTA junto a la intendenta Carolina Jara, entregaron árboles frutales, de probada adaptación a las condiciones socio-ambientales (asocia muy bien con la huerta orgánica en el patio familiar) que vinieron a "raíz desnuda", a propietarios de huertas familiares.
La entrega, el pasado viernes, fue acompañada con los consejos para un adecuado implante y cuidados iniciales que requieren. Las mismas empezarán a dar frutos a partir del tercer a cuarto año desde su plantación.
El objetivo de la actividad es incorporar a la canasta familiar el hábito de consumo de fruta con los beneficios que ello trae a la nutrición.
Rabanito XXL
En el mismo recorrido, Manuel Inga, un vecino de nuestra localidad y propietario de una de las huertas, exhibió su trofeo: un rabanito, cosechado en su quinta, con más de 1 kilogramo de peso.