El fiscal de Instrucción Daniel Del Vö dictó ayer el requerimiento de citación a juicio de la causa que se le sigue a Cristian Sebastián Moschitari (37), pero acusándolo como presunto autor de “homicidio calificado por alevosía”, un gravísimo delito que es castigado con prisión perpetua.
Moschitari se encuentra detenido desde el 29 de setiembre de 2011, inmediatamente después de asesinar a mazazos a su ex concubina Claudia Analía Rodríguez (36), en plena vía pública, frente al Instituto Rivadavia y a media cuadra del Palacio Municipal.
El femicida había sido imputado inicialmente como supuesto autor de “homicidio simple”, ya que no estaba casado con Rodríguez, pero ante este cambio de calificación legal no sólo se agrava su situación (de ser hallado culpable recibirá la pena máxima establecida por la legislación argentina), sino que deberá ser juzgado por un jurado popular, en un proceso oral y público que se llevará a cabo durante el primer semestre del año venidero.
Qué significa
La resolución del fiscal Del Vö de incluir en la acusación el agravante de la “alevosía”, radica en el “estado de indefensión de la víctima” y en que el matador “actuó sobre seguro”, es decir “sin riesgos para su persona”, al momento de atacarla ferozmente con una maza, primero en el interior de su automóvil y luego en plena calle Antonio Sobral.
La elevación a juicio se produce a tres semanas de cumplirse el primer aniversario del estremecedor crimen de Claudia, hecho por el que -mes a mes- distintas organizaciones sociales vienen reclamando un “castigo ejemplar” para el femicida.
La grave acusación que ahora pesa sobre Moschitari fue formulada a tenor de lo que establece el artículo 80, inciso segundo, segundo supuesto, del Código Penal de la Nación. Dicha norma legal establece que “se impondrá prisión perpetua (…) al que matare… 2º) con alevosía”.
Notificaciones
Ayer por la tarde, desde la Fiscalía de Instrucción del Tercer Turno, Secretaría a cargo de Juan José Aguilar, se emitieron las notificaciones de citación a juicio tanto a la Defensa de Moschitari, ejercida por el abogado Alberto Eduardo Chiavassa, como al representante de la Querella, José Luis Bertoldi, ambos villamarienses, pero los dos radicados en Córdoba capital.
El defensor tiene tiempo hasta mediados de la semana que viene para oponerse a la medida procesal, si es que no está de acuerdo con la calificación legal o alguna otra cuestión planteada en el requerimiento. Si se opone, entonces será la jueza de Control, Edith Lezama de Pereyra, quien deberá resolver el diferendo. Pero si no lo hace, el dictamen del fiscal quedará firme y será remitido a la Cámara del Crimen para que se inicien los trámites legales y administrativos con vistas al juicio oral, que se realizará en fecha a confirmar oportunamente.
Cabe recordar que, desde mediados de mayo pasado, el papá de la víctima, Emilio Rodríguez, se constituyó en la causa como querellante particular con el patrocinio de Bertoldi, quien intervendrá en el juicio como acusador privado. Asimismo, el progenitor de Claudia fue designado por la Justicia como tutor de los pequeños hijos de la pareja, una nena de 12 años y un varón de 6, quienes viven con él.
Estremecedor
El alevoso crimen se produjo alrededor de las 11.15 de la mañana del jueves 29 de setiembre del año pasado, sobre calle Antonio Sobral, frente al Rivadavia y a pocos metros de la Municipalidad villamariense, lugar donde Claudia trabajaba.
Hasta allí llegó Moschitari a bordo de un automóvil Volkswagen Senda de la empresa para la cual cumplía tareas realizando instalaciones eléctricas y de sistemas de alarma, y tras mantener una violenta discusión con su ex pareja (se habían separado unos cuatro meses antes), comenzó a golpearla con una maza en distintas partes del cuerpo, pero sobre todo en la cabeza, hasta darle muerte cerca del cordón de la vereda y ante la atónita mirada de numerosos transeúntes e incluso varios alumnos del establecimiento educativo.
Con las manos y las ropas totalmente ensangrentadas, el femicida fue detenido por la Policía pocos minutos después sin ofrecer la más mínima resistencia.
Claudia había nacido en la localidad de Ucacha el 3 de abril de 1975, mientras que Moschitari es oriundo de Villa María (4 de junio de 1975) y registra como último domicilio Villa Gesell 73, en barrio Costa de Oro de Villa Nueva.
LAS FOTOS:
1- Moschitari y Claudia estaban separados desde unos cuatro meses antes del alevoso asesinato
2- Con las manos, el rostro y las ropas manchadas con sangre, Moschitari caminó hasta la esquina de Mendoza y Sobral y se sentó en un cantero a esperar la llegada de la Policía. La gente que pasaba por allí quedó conmovida