“Tecnologías Lácteas” fue el nombre que llevó el primer seminario sobre el tema organizado por la empresa Alpha Química SRL, el cual se desarrolló el pasado jueves en el salón La Bodega de Villa Nueva. En este marco, Alvaro Vijande (técnico de Alpha Química) abordó los conceptos básicos de la limpieza y la sanitización en la industria alimenticia en general.
“El tema central fue inculcarle a la gente sobre la importancia de los lavados intermedios, porque siempre estamos acostumbrados a tener la producción, el lavado y volver a producir, pero en el medio de la producción siempre hay inconvenientes y distintos factores que nos van a hacer que esos factores sean negativos para nuestra producción”, explicó Vijande.
En el caso de la lechería, los factores básicos son cinco: los depósitos orgánicos, inorgánicos, la contaminación microbiana, los fagos o bacteriófagos y los biofilms. “Estos últimos están formados por bacterias, las cuales se recubren con una membrana que puede ser inerte o ser viva, entonces los microorganismos van creciendo en esa membrana encapsulados; en un momento, esa membrana se puede romper y liberar esos microorganismos y que salgan a contaminar nuestro producto. Para prevenir esos biofilms es necesario estar siempre, continuamente lavando. De este modo, volvemos a la parte inicial y la importancia de los lavados intermedios”, argumentó el técnico de la empresa.
Continuando con el tema, remarcó que “hay que hacer hincapié en no sólo enjuagar y sanitizar, sino enjuagar, lavar y después sanitizar. Los sanitizantes actúan sobre una superficie limpia, porque generalmente son a base de peróxido de hidrógeno, que actúan sobre la membrana celular oxidándola. Si nosotros tenemos materia orgánica, el peróxido de hidrógeno se descompone con la materia orgánica y no nos queda un peróxido de hidrógeno para actuar sobre la célula”.
La decisión para concretar un lavado intermedio se toma en base a información, por lo cual se presentan diversas herramientas: una de ellas es la inspección visual (también se ve, se toca, se palpa) en juntas y lugares de difícil acceso. Otra información que se puede obtener son los recuentos microbiológicos y se ve cómo está la carga microbiológica del momento. Asimismo, otra herramienta son los hisopos proteicos, los cuales reaccionan con un producto e instantáneamente se observar si esa superficie tiene restos de proteínas o no. En tanto, otra información un poco más compleja es el ATP, por lo cual toda célula orgánica o viva que tiene carbono en su interior reacciona con el ATP y da un indicador de limpieza. “El ATP no nos dice si está contaminado o no, sino que nos dice si está limpio o está sucio, porque nosotros podemos tener suciedad, pero que no se haya contaminado ni desarrollado la bacteria, por ende no tenemos contaminación, pero sí tenemos un sustrato para que haya una futura contaminación”, agregó Alvaro Vijande. Por último, otra herramienta para determinar un lavado intermedio son los Procedimientos Organizacionales Estandarizados de Saneamiento (POES), los cuales definen cómo, cuándo y con qué se lava.
Para enfatizar y ampliar sobre la clave de la charla, el técnico de Alpha Química afirmó: “El tema fue enfocar la limpieza, no sólo por la calidad higiénica de nuestro producto, sino por la parte productiva y operacional de nuestra planta. Por ejemplo, los fagos son virus que infectan a las células, por lo cual si nosotros tenemos una planta contaminada con fagos, nuestros productos fermentados de bacterias se ven atacados por los fagos y no logramos los resultados deseados en los tiempos esperados”.