Todo comenzó cuando “La Megafónica” no pudo ser llevada adelante por la ONG que concientiza contra la trata de personas, “Vínculos en Red”. Diferencias de criterios entre quienes impulsaban este medio comunitario derivó en otros caminos.
Así, un grupo compuesto mayoritariamente por jóvenes, pensó en el gabín, aquel añejo edificio ubicado entre barrio Industrial y barrio Las Playas, a un costado de las vías del ferrocarril.
Allí habitan 11 familias y más de una veintena de niños.
Hoy, varios meses después de haber pisado este edificio, aquellos jóvenes (y no tanto) han creado una notable comunión con los habitantes del lugar.
Desde el llano y en silencio
Lo primero que hay que decir es que a ninguno de quienes están trabajando codo a codo con las familias que habitan en el gabín le interesan los medios de comunicación. Cuando muchas otras organizaciones buscan siempre reflejar sus actividades solidarias desde la prensa, ellos se destacan por ser lo opuesto.
Se trata del grupo “Villa María Resiste”, los dos centros de estudiantes de la Universidad Nacional de Villa María, estudiantes de Comunicación Social y Trabajo Social del Inescer y jóvenes que no están nucleados en ninguna organización social. Todos ellos, sin fines partidarios ni propagandistas, comenzaron a pensar en la instalación de la radio comunitaria en una de las habitaciones de este inmueble, pero terminó siendo más fuerte la contención social de estas familias.
Por eso, y si bien levantar la emisora es una meta y se trabaja para eso, lo prioritario es la situación de quienes residen aquí.
“Para hacer una radio comunitaria no hace falta ser comunicador, sino comunitario”. La frase escuchada por algunos de ellos en una capacitación sobre medios comunitarios reflejó sus acciones.
Basta enumerar algunas actividades para evidenciar el compromiso: días atrás, un par de estos chicos fueron a buscar a los niños del gabín y los llevaron a la Escuela Provincial de Bellas Artes “Emiliano Gómez Clara”.
Por su lado, dos veces por semana los invitan a un taller que se dicta en barrio Las Playas.
También, con algunos de los residentes del edificio, fueron a Mendoza, para participar de un Congreso de Medios Alternativos.
Todos pusieron un poco más de dinero para que pudiesen viajar algunos de los vecinos que viven aquí.
Además, hay jóvenes estudiantes de la UNVM que dan clases particulares a algunos niños.
La solidaridad desembocó en la creación de una huerta y se planea la siembra.
Al ser tierra con muchas piedras, pusieron manos a la obra removiendo el espacio.
Asimismo, se desarrolló un horno de barro y la idea es poder utilizarlo para hacer, por ejemplo, panes.
Uno de los momentos más especiales de esta comunión entre jóvenes y residentes del gabín fue la peña que se llevó a cabo el viernes pasado en las instalaciones del comedor universitario, en el Campus de la casa de altos estudios nacional.
“La Megafónica, con vos comunitaria” (vos con “s”, como un juego entre la palabra y la persona) la impulsó para conseguir fondos y resultó ser todo un éxito.
Fue más concurrida que la anterior, tocaron bandas de manera gratuita y se vendieron muchas entradas en la misma noche, a pesar de que la venta anticipada no auguraba una asistencia como la que finalmente se dio.
En esa peña, entonces, se evidenció la amistad que nació entre aquellas personas que planearon una radio (que aún no salió al aire) justo en un lugar emblemático de las necesidades y quienes viven en esos gabines y esperan un techo digno.