En los espacios de participación vecinal generalmente se trabaja para el bien comunitario. Suele hacérselo desde diferentes perspectivas y distintos discursos. Recorrer la historia de los barrios es encontrar una cantidad innumerable de vecinos que trabajaron por quienes vivían en el mismo sector de la ciudad. Cada vez que se citan nombres la lista es incompleta, pero bien vale la pena recordar algunos de ellos en representación de todos. También es importante recordar el tenor de sus discursos.
Fue en el año 1973 cuando el barrio Mariano Moreno tuvo su primera comisión vecinal. La presidió Hugo Bróndolo, Jorge Lucchini ofició de secretario y Abelardo Del Prado como tesorero.
En esa comisión la participación de la mujer fue muy importante. Se creo una subcomisión de damas presidida por Evelia de Gutiérrez, secundada por Clelia de Villada ocupando el cargo de secretaria. En el archivo histórico existe un documento fechado el 24 de octubre de 1973 que, junto a muchos otros, pone de relieve el protagonismo de estas mujeres. Se trata de una misiva dirigida al entonces intendente municipal, el médico Carlos E. Pizzorno. Las vecinas escriben en nombre de la referida subcomisión de la “Agrupación Vecinal Barrio Mariano Moreno” para “plantearle una situación humana, en que se encuentra un vecino de nuestro barrio”. Se trataba de un señor, empleado eventual de la Dirección de Tránsito en la municipalidad, que había sufrido un importante accidente de tránsito y que no tenía dinero para costear los gastos médicos y tampoco podía sostener a su familia. La esposa se había entrevistado con el intendente y ahora las mujeres vecinalistas continuaban la gestión ante Pizzorno. Esa subcomisión no sólo participaba de estos actos solidarios, de trabajo por el vecino que sin estabilidad laboral no tenía como afrontar la situación, sino que basaban sus pedidos en el derecho que le correspondía a todo ser humano. Así tildaban la situación como “algo inhumano”. Planteaban el deber del Estado de socorrer a esta persona; decían: “La Municipalidad está obligada a prestar ayuda en estos casos, dejando de lado todas las ordenanzas o leyes que lo imposibiliten, ya que es el corazón, el espíritu y el grito de humanidad, que invita a ayudar en estos casos. Las leyes y otras cosas afines solamente son letras que llenando algo imposibilitan a veces el deseo humano de ayudar al prójimo… el gobierno del pueblo no puede estar lejos de esto…”.
Fuente: Archivo
Histórico Municipal
EL DATO
Predios recreativos. El barrio fue elegido por el Centro Empleados de Comercio y el Colegio Médico para la instalación de sus predios de verano.
La naturaleza en el sector es pródiga y los aires de la costanera hacen que sea el lugar elegido para pasar las tardes.
LAS FOTOGRAFIAS:
Una muestra del desarrollo urbanístico actual del Mariano Moreno. La Parroquia Sagrada Familia, de intensa actividad comunitaria.
La escuela primaria Urquiza y el jardín de infantes del barrio