Apenas concluido el juicio, y mientras su suegra lloraba desconsoladamente en el pasillo del quinto piso de Tribunales, los medios de prensa buscaron la palabra de Jesús Fabián Lozano, esposo de María Soledad.
Luego de manifestar su disconformidad con el veredicto, al que consideró “fuera de lugar”, el padre de los niños asesinados aseguró que su mujer “está enferma” y dijo que esperaba la absolución de la filicida.
Sin embargo, la declaración que más sorprendió fue cuando, preguntado si había planeado con su esposa tener más hijos, Lozano respondió: “Para Dios nada es imposible”.
- ¿Qué opina del veredicto?
- Me parece totalmente fuera de lugar.
- ¿Por qué cree que ella no sea culpable, porque está enferma?
- ¡Exactamente! Está enferma y se pudieron demostrar los momentos que pasó ella en su vida, así que estoy totalmente en desacuerdo.
- ¿Cree que se hizo justicia por la memoria de sus hijos?
- No, no… porque no tiene nada que ver una cosa con otra. O sea, no se mezcla el hecho con la memoria de mis hijos.
- ¿Qué cree que tendría que haber pasado?
- Por lo menos, la atenuante, como mínimo… como mínimo.
- ¿Qué esperaba?
- La atenuante o la absolución.
- Durante su declaración, invocando cuestiones religiosas, usted dijo que la había perdonado. La pregunta es, ¿por qué la perdonó?
- Por el mandato que da Dios, que hay que perdonar. O sea, Dios me hace estar de pie y… bueno, Dios dice también que hay que perdonar.
- ¿Aun sabiendo que las víctimas eran sus propios hijos?
- Exactamente. El perdón que da Dios no tiene límite, o sea que Dios perdona cualquier cosa. No hay ningún límite para Dios para perdonar.
- ¿Va a continuar visitándola en la cárcel?
- Sí señor, sí… y vamos a apelar la sentencia con el doctor Broggi.
- En todo este tiempo que se vieron en la cárcel, ¿han planeado volver a tener hijos?
- Repito lo que dije recién: para Dios nada es imposible.
- ¿Eso es un “sí”?
- Para Dios nada es imposible…