Vacaciones explosivas. La frontera de los Estados Unidos y México dan pie para desarrollar un filme por demás violento pisando lo bizarro. La corrupción como eje, pero del lado del país azteca. Allí, el protagonista Mel Gibson es un ladrón que salta la frontera y va a parar con sus huesos a una cárcel denominada El Pueblito, un lugar donde el hacinamiento, el mal olor y lo sórdido son lugares comunes. El director Adrian Grunberg pone a Gibson en un protagónico que comparte con el niño Kevin Hernández, que vive en dicha prisión desde los siete años, hijo de un traficante muerto y de su madre (Dolores Heredia) que sobreviven guardando un secreto que los atormenta.
Ted. Si bien la palabra “osito”, suena a cariñoso, el oso Ted no lo es. Es la antítesis de lo preconcebido. El Ted adulto tiene voz ronca, fuma porro, choca autos en los estacionamientos y organiza parranda con mujeres voluptuosas en la casa de su dueño John Bennett, interpretado por Mark Wahlberg.