Con revelaciones que dejaron muy mal parados al ex intendente Marcelo Frossasco y a ex concejales, y demandando que el actual Deliberante y Ejecutivo tomen una urgente medida, numerosos vecinos se dieron cita, anteanoche, en la sede legislativa de calle Sarmiento, para pronunciarse en contra del funcionamiento del boliche “Aruba Summer”.
Y no sólo sentaron su reclamo en las molestias que les ocasiona la discoteca, sino que utilizaron argumentos legales para pedir el final de la confitería ubicada en la costanera villanovense, en inmediaciones del puente Isidro Fernández Núñez, y que estuvo cerrada el mes pasado ante la determinación del intendente Guillermo Cavagnero luego de serios incidentes.
La audiencia para oír a los frentistas se concedió rápidamente. Y la primera en expresarse fue Elba Oyola, una residente del sector que es, además, funcionaria de la Justicia de Villa María.
“Hace seis años que venimos luchando. Junto a mi esposo, hemos realizado numerosos reclamos a intendentes anteriores”, señaló y remarcó que se están violando las normas.
Es que la DIPAS le cedió el predio donde está asentado el boliche al municipio, y éste celebró un contrato con la mutual de Policía, para construir un espacio en beneficio de estos trabajadores. A la vista, esto no se cumplió.
“¿Cómo puede ser que si la Municipalidad firmó un contrato, lo desconozca?”, se interrogó la vecina, quien en un momento de su extensa exposición se quebró emocionalmente por la impotencia. Acto seguido, apuntó hacia Frossasco, sin nombrarlo. “Lo hizo (NR: el ignorar el acuerdo no respetado) el anterior intendente, en perjuicio de todos nosotros”, afirmó.
Luego, resaltó que “las ventanas tienen media sombra con cables colgados” y que el ex jefe comunal autorizó la habilitación “en complicidad con el Concejo anterior”, cuyos miembros “tomaron nota de mis quejas pero todo quedó ahí”.
“Piensen (les dijo a los ediles) lo que es tener parlantes en la habitación de sus casas; no podemos descansar, ninguno de ustedes se molestó en ir a ver. A las 3 de la mañana estamos dando vueltas en el interior del hogar. Hacen el amor en mi hall. No hay derecho. Se abusan de nosotros porque somos un barrio de gente humilde, si fuera gente adinerada no hubiese pasado esto”, recalcó.
“No queremos más confiterías, queremos vivir tranquilos. Estamos atemorizados. Que quede claro que no estoy en contra del derecho de trabajar de las personas de la confitería, pero no de esta manera. Hemos perdido calidad de vida”, aseguró y contó que recientemente tuvo que esperar poder viajar a Buenos Aires hasta las 7 de la mañana “para poder salir tranquilos, por si nos pasaba algo”.
Precisamente el temor estuvo presente en el discurso de varios vecinos. La mayoría coincidió en que la Policía no está presente en el sector, que hay peleas en las calles, que arrojan piedras y que se encuentran bombachas o preservativos en las inmediaciones de las viviendas.
Y defendieron la honorabilidad de los habitantes de la zona. “Los vecinos de La Floresta somos gente honesta, no nos hagan quedar mal con versiones infundadas”, demandaron.
Otro punto clave de la extensa reunión, fue que ningún vecino dijo haber firmado la planilla que la ordenanza que regula la movida nocturna solicita para la rehabilitación de los locales. Como se sabe, para su apertura (o reapertura) se requiere el visto bueno del 75% de quienes tienen viviendas en un radio de 150 metros desde la puerta de la disco, pero en este caso ninguno dijo saber que alguien haya avalado al boliche, lo que los llevó a consensuar con los concejales la elaboración de un padrón real de vecinos para evitar estafas.
En tanto, el vecino Hugo Bruno, ex secretario de Gobierno de la comuna, reiteró su reclamo a los concejales de que tomen cartas en el asunto de manera urgente, remarcando sus responsabilidades: “Es potestad de ustedes actuar”.
Las claves del caso en pocos puntos
* “Aruba” estuvo cerrado en agosto porque el intendente le quitó la habilitación ante una pelea con heridos. Los dueños fueron a la Justicia, la que resolvió permitir la reapertura mientras se sustancia el proceso. Ahora, los vecinos revelaron que los jueces fallaron a favor de la disco porque el municipio no dio los pasos legales que corresponden. Nadie del Gobierno habló del caso y no asistió la asesora letrada, la que los vecinos quieren (ahora) fuera del Ejecutivo ante las presuntas desprolijidades.
* El Deliberante actuó rápidamente y resolvió, en cuestión de horas, escuchar a los vecinos. Hubo predisposición total de la presidenta del órgano, Graciela Isaguirre.
* Se conoció que la disco funciona en un predio que, por ordenanza, debió ser utilizado para otro fin, por lo que los vecinos interpretaron que con esa sola irregularidad deberían cerrarse las puertas del local.
* Se verá qué hacen ahora los ediles. Por lo pronto, los vecinos pondrán la mira en la renovación de la habilitación, que debe darse en noviembre próximo.
LAS FOTOGRAFIAS
1) La gente demandó ser escuchada. Advirtieron que en el radio de 150 metros de la confitería vive poca gente, por lo que creen que es injusto el aval sólo de esos vecinos para funcionar
2) En el transcurso del debate se hizo hincapié en la violación de una norma. Pidieron que los ediles “hagan algo inmediatamente”