El edil del Partido Villamariense, Darío Capitani, sigue con la mira puesta en hacer que los funcionarios públicos exhiban su patrimonio y que las cuentas municipales estén a disposición de todos. Ahora, presentará un proyecto de ordenanza para la creación de la Oficina Anticorrupción.
Su principal misión “será la de prevenir y, en su caso, investigar aquellas conductas que puedan ser consideradas como actos de corrupción, conforme lo previsto en la Convención Interamericana contra la Corrupción y en el Código de Etica de la Función Pública de la Municipalidad de Villa María”, señalaron desde Prensa del edil.
El legislador quiere que la oficina esté a cargo de un fiscal Anticorrupción que surja de una elección popular, comicios a desarrollarse de manera separada a la del intendente. Y que dure en sus funciones cuatro años con una remuneración igual a la que perciben los concejales.
En la iniciativa, Capitani demanda presupuesto propio “para posibilitar así una gestión verdaderamente independiente y libre de toda presión o carencia de cualquier naturaleza”.
Y contempla la actuación de oficio del fiscal ante la información de “cualquiera de las áreas municipales, aunque la misma no revista el carácter de denuncia formal, e igualmente, cuando particulares o los medios de comunicación den cuenta de hechos por los que pueda presumirse la comisión de actos de corrupción en el ámbito municipal”.
La competencia del fiscal llegaría, de acuerdo a su propuesta, a aquellas instituciones cuya principal fuente de recursos sea el aporte del Estado.
El fiscal deberá contar, de prosperar el proyecto y atendiendo a la idea original de Capitani, con no menos de seis años en el ejercicio de la profesión de abogado o idéntica antigüedad profesional en el Ministerio Público o en el Poder Judicial.