Es­cri­be: Gaspar Bachanini

En la vecina localidad de Arroyo Cabral, Rivadavia, con muchas bajas y con el debut de Marcelo Santoni en la dirección técnica, recibió a Hipólito Yrigoyen y en un partido irregular, la visita se llevó tres puntos de gran importancia, acrecentando aun más el mal momento del “Verde”.

Desde el comienzo mismo del juego se vio un partido cambiante y disputado en todos los sectores del campo de juego. Los primeros minutos fueron algo favorables al visitante aunque sin crear ocasiones de riesgo sobre el arco rival. Mientras tanto, Rivadavia se plantaba en la cancha con una línea de tres en el fondo e intentaba lastimar por medio de Barengo y los hermanos Domínguez en la ofensiva.

Ante dicho escenario, el primer tiempo ingresó en un pozo y la monotonía fue sacudida recién a los 27’. Lucas Damiani tomó la pelota cerca del área, se hizo el espacio necesario y remató de gran manera hacia el ángulo superior izquierdo de Tissera, quien con gran esfuerzo rechazó el venenoso disparo del mediocampista.

Así se disipaba una primera etapa chata, que no mostró nada de lo que se esperaba en la antesala, teniendo en cuenta la calidad de ambos equipos.

Por fortuna, la dinámica en la segunda mitad dio un vuelco importante. El local se adueñó de la posesión y comenzó a acechar a través de la buena sociedad entre Giménez y Barengo. Los embistes eran repetitivos y parecía que el “Verde” tenía todo para ponerse en ventaja. Más aún cuando Nicolás Domínguez, después de gran pared con Giménez, ingresó al área con pelota dominada e intentó fusilar a Tissera, pero la buena respuesta del portero ahogó una vez más la primera anotación.

Si bien Rivadavia seguía insistiendo, dio la sensación que Yrigoyen estaba cómodo jugando de esta forma. Con la responsabilidad depositada en el rival, la visita empezó a soltarse en contragolpes y se las ingenió para impacientar al anfitrión.

Y en uno de estas réplicas, Lucas Sachetto tomó el timón y acertando en la conducción, abrió para Rodríguez, quien habilitó quirúrgicamente a Alvaro Nieva, para que este toque hacia el gol. Gran jugada de los dirigidos por Marcelo Sachetto que culminó en la tan ansiada ventaja.

A partir de allí, Rivadavia intentó por todas las vías, tal vez con más actitud que aptitud pero sí con gran entereza. No obstante, la precisión estuvo ausente y terminó pagando demasiado caro la falta de equilibrio. 

De esta forma, Hipólito Yrigoyen terminó ganando un complicado encuentro y se llevó hacia Tío Pujio tres puntos de vital importancia, mientras que el conjunto de Santoni debe conseguir resultados imperiosamente si desea volver a estar en los primeros planos.

 

La figura