Escribe: Juan Pablo Morre
Con argumentos sólidos (orden táctico y destacado trabajo colectivo en la faz defensiva) y la eficacia necesaria para sacar provecho de las oportunidades que le presentó un encuentro que, previo a la apertura del marcador, había sido muy opaco, le permitió a Unión Central extender su presente ideal en el Clausura.
Para lo que resultó, una vez finalizado el cotejo, una victoria clara por 3-1 sobre Española, Unión tuvo que apelar primero a arremangarse y laburarlo constantemente luego de la luz de emergencia que brindó Peñaloza al minuto. Es que, el “gallego” introdujo mucha gente en la zona media y le redució considerablemente los espacios.
En ese sentido, el partido solicitó un juego rápido y preciso, algo que sólo apareció a cuenta gota en sendos elencos. Por lo tanto, el primer tiempo transitó en la lucha constante, con mínimos desbordes y nula profundidad. Ante esto, la respuesta de Española fue utilizar el desequilibrio de Bello, que sólo inquietó con seriedad al inicio del partido (luego, ni Valle ni los Mignola, bien presionados por cierto, tuvieron las luces de otras tardes), mientras que Unión intentó con envíos aéreos (principalmente mediante la pelota parada) y, en cierto momento, con algo que insinuó Ruiz Moyano por derecha.
Igualmente, al no haber un juego pulcro ni manifestaciones de juego asociado, el cotejo transitó en la marca constante y predominando en todo momento las intervenciones defensivas. Con esa sintonía también arrancó el complemento, aunque Unión buscó, con el adelanto de sus líneas, cortar el juego más arriba y atacar con velocidad y así fue que encontró su gol.
Iban 14 minutos del segundo tiempo, el “gallego” buscó abrir el juego en una salida desde su propio campo pero terminó equivocándose, por lo que la jugada encontró el anticipo rival, la corrida de Strumia y la cesión de este último para un Rojas que, en su primera chance, facturó el 1 a 0 con una definición cruzada.
Allí cambió considerablemente el desarrollo del partido. Porque el “gallego” fue decidido a buscar el empate y Unión tuvo espacios para aumentar la diferencia y así fue que aparecieron con más periodicidad los arribos a los arcos. En el local, dos acciones de Bello no encontraron la terminación deseada, mientras que en la visita Rojas y Machado malograron sus chances en sus intentos de definir por encima de Gavagnín.
No obstante, otra vez la presión de Unión sobre la línea media del campo surgió efecto sobre los 24 minutos. Esta vez, fue Ruiz Moyano quien ganó y tras asociarse con Strumia, terminó cara a cara con el arquero “gallego” y sentenció el 2-0 con cierto suspenso (en primera instancia, la pelota dio en el travesaño).
Con la nueva conquista, el cotejo prácticamente quedó sentenciado porque Unión, muy firme atrás, no le permitió cualquier intento de reacción a Española. No obstante, el trámite tenía algo más que ofrecer cuando el árbitro Juno adicionó cinco minutos más. Y, en los mismos, hubo dos emociones más. Primero, Daniel Pérez alargó la ventaja al aprovechar una equivocación rival y luego Bello tuvo su premio al marcar el descuento luego de malograr su penal (Suárez se lo atajó).
Finalmente, llegó el final del cotejo para la total algarabía de Unión Central porque sigue extendiendo su realidad fructífera, mientras que el “gallego” sintió el golpe porque venía con impulso y deberá recomponerse rápido porque continúa en zona de clasificación.
La figura
Lionel Strumia terminó siendo clave en el triunfo de su equipo mediante sus asistencias en los dos primeros goles. Además, en Unión, fue importante la labor de su línea defensiva. En el local, lo realizado por Alvaro Bello fue lo más destacado.
El árbitro
Pablo Juno buscó, mediante un constante diálogo con los protagonistas, sobrellevar con tranquilidad el desarrollo del trámite, pero alternando aciertos y errores en sus fallos, como así también en las amarillas. Se equivocó en el penal a favor del local.