El bello pulmón verde de la ciudad, el parque Pereira y Domínguez, fue disputado por dos barrios: el Trinitarios y el Belgrano.
Según el testimonio de los vecinos consultados, tuvieron que dirimir entre los presidentes de los dos sectores vecinales, que por entonces eran el “Turco” Naief por el Belgrano y “Chocha” Fiorotto de Giovanardi por el Trinitarios. Así fue que finalmente, el Parque quedó para el primero de los sectores en lo que hace a los límites formales del barrio.
Sin embargo, la “victoria” no fue tal si se tiene en cuenta que el sector originalmente cubría una amplia zona, abarcando lo que hoy son los barrios Parque Norte y Ramón Carrillo.
Actualmente el barrio Belgrano tiene sus límites establecidos entre la ruta 9 y la prolongación del bulevar España y Rawson y Buchardo.
La historia
Según relata el libro sobre historia de los barrios del autor Bernardino Calvo, las raíces del sector se originan en la década del 20. “Los terrenos donde comenzarían a operarse los primeros asentamientos poblacionales, heredados en la sucesión de Pereira y Domínguez, pertenecían, básicamente, a Enrique Emerson, mientras que en áreas aledañas se integraban al barrio los inmuebles de Antonio Sosa, Nicolás Hillar, Horacio Quirogha, Bautista Spila y Waldino Becerra, entre otros”, indica.
El 27 de junio de 1940 uno de los propietarios indica en una nota al intendente que comenzó a lotear el sector denominado “Villa Avión” que es “eminentemente obrero y familiar”.
A medida que iban construyendo las viviendas, precarias en los comienzos, se iba sintiendo la necesidad de servicios, ausentes hasta el momento en ese sector de la ciudad.
Por esa razón, otro de los primeros propietarios, el señor Emerson, inició un juicio para pedir a la Municipalidad que no cobre tasas dado que no prestaba servicios.
El Gobierno local argumentaba en el juicio, a través de sus letrados, que los servicios llegaban de manera indirecta a los vecinos, dado que la comuna sostenía la Asistencia Pública, el Dispensario de Lactantes, Ayuda a Hospitales y Asilos y demás servicios de asistencia social a los que recurrían los habitantes de “Villa Avión”. Para el juez ese argumento no podía prosperar y falló en contra de la Municipalidad, fallo que, por otra parte, fue confirmado por la Cámara de Apelaciones.
“Villa Avión”
El nombre con el que fue conocido el barrio Belgrano hasta ser designado formalmente con esa identidad (que surgía del nombre del ferrocarril que atravesaba el sector) se debe a que, en sus orígenes, estaba incorporado el predio de lo que fue el Aeroclub.
Según consta en el libro de Calvo, la propuesta surge por iniciativa de la Misión Francesa de Aviación, que solicitó en 1919 un terreno “de aterrizaje, con alfalfa y pasto o avena firme, de más o menos 600 metros por 600 metros, lo más cerca posible de la ciudad para facilitar las comunicaciones”.
El objetivo era desarrollar la aviación en un momento en que el país tenía un impulso especial, particularmente en Villa María, que tuvo pioneros como Darío Sessarego, quien en 1914 unió en un vuelo directo nuestra ciudad con General Deheza.
El piloto pionero en la ciudad falleció en un accidente aéreo en la ciudad de Córdoba el 13 de diciembre de 1920.
Las gestiones para crear el Aeroclub finalmente prosperaron y en 1923 la Comisión Proaviación, presidida por el escribano Elvio Pérez, adquirió las 30 hectáreas que fueron escrituradas a favor del Ministerio de Guerra.
Dado que esa cartera no se hacía responsable del mantenimiento -lo que provocó un accidente en el que perdió la vida un piloto de apellido Schibler y un pasajero quedó gravemente herido- fue la Municipalidad la que se hizo responsable del mantenimiento.
Formalmente, el Aeroclub fue reconocido el 11 de febrero de 1943 y si bien ya no pertenece al Belgrano ni a la institución, fue el que motivó que se denominara “Villa Avión” a ese sector.
El nacimiento formal del barrio
Si bien antes de la formalización del barrio algunos vecinos, de manera individual, realizaban gestiones ante la administración municipal, fue en el año 1967 que se inició el Expediente 2.224 mediante el cual “la Comisión Vecinal Barrio Belgrano” solicitó su reconocimiento.
En una nota firmada por el presidente Juan Riera y el secretario Eduardo Torruella, la flamante organización surgida al calor del Decreto Ordenanza N° 39 de junio de ese mismo año, pidió que el centro vecinal del barrio tuviera el reconocimiento oficial. Por entonces, Julio Nóbrega Lascano estaba al frente del Poder Ejecutivo local.
La nueva organización barrial declaraba estar asociada a la Junta Promotora y Coordinadora de Centro Vecinales de la ciudad. El Acta constitutiva de la Vecinal del Belgrano señala que los habitantes del sector se reunieron “a los veintiséis días del mes de marzo de 1967, siendo las 22.05 horas... en la casa del Sr. Ernesto Giovanoli... a los fines de crear el Centro Vecinal Belgrano”.
Luego agregan que “motiva esta inquietud el haberse creado en esta ciudad una Federación de Centros Vecinales, a cuyas reuniones dos de los miembros del vecindario han concurrido especialmente invitados...”. En cuanto a los objetivos del centro vecinal, los integrantes declaran como tales “Propender al engrandecimiento edilicio del barrio, apoyando cualquier iniciativa tendiente a llevar hacia adelante todo cuanto sea propicio para el bienestar de esta barriada. Fomentar los valores espirituales y morales de los vecinos”, realizar gestiones ante distintas autoridades gubernamentales, trabajar por el deporte, la cultura y ayudar a todo vecino que lo necesite y apoyar el trabajo de la Federación. Así surgía la organización barrial del sector.
Fuente: Archivo Histórico
Municipal