A seiscientos metros del cruce entre ruta 2 y ruta 4, en la zona rural de Villa Nueva, comenzó la construcción de un centro de rehabilitación de personas con adicciones a las drogas.
El proyecto es llevado adelante por la iglesia Pentecostal de Santidad y se erige en un campo que fue donado a la misma por la familia de Ariel Zucotti, el ex funcionario del municipio villamariense que confesó este año a EL DIARIO sus adicciones a las drogas tras verse involucrado en una causa judicial que lo tiene como imputado.
El predio tiene 3.270 metros y 198 metros cubiertos. Se prevé (en una primera fase) la construcción de dos dormitorios para doce personas cada uno, baños y un Salón de Usos Múltiples. También, una cocina y un locutorio o consultorio, además de un baño de servicio. Y quieren que comience a funcionar en setiembre del año próximo.
El pastor Osvaldo Sayno recibió a EL DIARIO en este terreno y dio precisiones sobre la obra que llevan a cabo los mismos fieles.
“La idea es que tenga dos pisos. Primero queremos lograr un albergue para 24 personas y muy a futuro otro piso con capacidad para otras 24”, detalló.
Zucotti le había donado el predio a la iglesia y la comunidad decidió utilizarlo con el fin de crear un centro de rehabilitación, una deuda de la zona, ya que no existe hospital en este sentido.
Sayno exhibió su beneplácito por la colaboración del Gobierno de Villa Nueva y por las comunicaciones que vienen teniendo con representantes del Ejecutivo encabezado por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, a través del villanovense secretario Legal y Técnico de la Presidencia, Carlos Zannini.
“El intendente (Guillermo Cavagnero) demostró predisposición”, valoró el pastor, quien confirmó que el municipio “nos facilitará 4.000 ladrillos”. “Luego nos faltará para hacer el techo”, explicó.
“Nosotros sostenemos que el adicto tiene un problema en el alma, más que físico. La iglesia está trabajando en la problemática en diversos países. En Paraguay existe una gran actividad espiritual. El problema está en el alma y por eso hay que sanarla”, consideró.
Naturalmente, indicó que es necesario que los centros cuenten con especialistas como psicólogos y un neurólogo, pero hizo mucho hincapié en la faz espiritual.
“Hay que darle la importancia al alma que se merece. En Paraguay tenemos un alto porcentaje de personas adictas que se han recuperado. Acá en Argentina eso no ocurre y lo digo porque yo tengo gran interés por estas cosas. En Paraguay estamos hablando de un 35% de recuperados, lo que es muy importante. En Chile es alto el porcentaje, mejor aún, pero el sistema de tratamiento es otro”, señaló en base a lo que conoce de otras iglesias.
Por eso, Sayno adelantó que en este centro villanovense se dará prioridad a lo espiritual. También, confirmó que habrá un invernadero.
“Cuando se trabaja con la tierra en las manos, a la persona le hace mucho bien”, subrayó.
“En Paraguay no se come pan, sino mandioca. Entonces allá los argentinos han encontrado una veta y se han puesto a fabricar facturas y les queda un porcentaje a ellos. Nosotros estamos viendo alternativas con el invernadero”, reveló.
El entrevistado admitió que el predio “es relativamente chico para estos proyectos”, pero es con lo que cuentan por el momento y lo valoran. Saben que se transformará en el primer centro de estas características en la zona. “Vamos a terminar un día, de una vez por todas, haciendo un verdadero hospital”, dijo con mezcla de impotencia y desafío.
A largo plazo se prevén dormitorios para un total de 48 personas. Mientras, el salón que se ha ideado tiene capacidad para cincuenta.
La solidaridad de la comunidad
“Sí, hasta ahora todo lo conseguido salió de gente de la iglesia”, confirmó el pastor ante una pregunta de este matutino.
Ya se invirtió en los primeros pasos de este lugar alrededor de 40 mil pesos. Y se estima que demandará, en total, cerca de 290 mil pesos en materiales. “Los ladrillos fueron donados”, reiteró.
¿Y la mano de obra? Surge de los miembros de la iglesia. “Trabajamos organizados en brigadas. Nuestra iglesia tiene albañiles”, explicó.
Toda la labor es ad honórem.
Además, tienen la meta de generar un espacio de retiro espiritual.
“Nuestro deseo es que esté listo, al menos para empezar a funcionar, en setiembre de 2013”, expresó. Desde la cartera que conduce la ministra de Desarrollo Social de la Nación, Alicia Kirchner, “nos prometieron que nos gestionarán el techo” y por eso están expectantes.
“Ya hemos pasado los importes de los costos que demandará”, confirmó.
El mobiliario
Otro aspecto que también será resuelto a través del oficio y el trabajo de los fieles es el mobiliario. En ese sentido, Sayno dijo que “pensamos hacer las camas nosotros mismos, ya que tenemos nuestros herreros”.
Esta iglesia, que funciona en calle Saavedra 760, puso manos a la obra en levantar un espacio sumamente necesario para una población que se ve sacudida por el tremendo flagelo de la droga, en una ciudad en la que hay tratamientos ambulatorios a través de la católica Casa Esperanza y el municipal Medio Camino, ambos en Villa María.
No obstante, Sayno aseguró que “no hemos arriado las aspiraciones de obtener cinco hectáreas” para abarcar no sólo a las personas que se encuentran en el oscuro mundo de las drogas. Van por más: “Queremos trabajar con quienes han cumplido una condena y salen de la cárcel. Está claro que nadie los ocupa y por eso suelen incurrir nuevamente en el delito. Y la iglesia tiene ese deber también”.
Además, adelantó que su idea es contener a las mujeres que son víctimas de la violencia familiar, logrando un espacio también en este sentido.