Escribe: Juan Manuel Gorno
Alumni careció ayer de la jerarquía que tuvo Leandro Zárate para marcar un gol. Por eso Plaza Ocampo terminó siendo escenario beneficioso para Gimnasia y Tiro, que se llevó un triunfazo a Salta y no le permitió al equipo villamariense dar un salto de calidad en la Zona Norte del Argentino A.
La “Chancha”, con su oficio intacto y un sentido de oportunismo crucial en el partido, aprovechó un centro largo para dormir a dos defensores, luego al arquero y posteriormente rubricar el 1-0 final, a los 35 minutos del segundo tiempo, como castigo de la impericia de Alumni, que jugó casi 30’ con un hombre de más y, sin embargo, no supo trasladar sus intenciones al arco contrario.
¿Demasiado premio para el equipo de Víctor Riggio? Tal vez sí, porque Alumni fue, en proporción, quien mejor utilizó la pelota en el resto de la cancha. Pero bajo los tres palos es donde se cocina esta historia. Y con Carlos “Falucho” Herrera mirando desde la tribuna (afuera por lesión), se evidenció claramente que la formación Fortinera tiene que luchar el doble para concretar las situaciones que genera.
Para muestra, sólo basta hurgar en los primeros 15 minutos del partido, cuando Alumni fue ampliamente superior por presión, búsqueda y sacrificio, sin poder sacar la distancia con alguna de las cinco chances nítidas que tuvo.
Dos cabezazos del remplazante de “Falucho”, Emiliano López, anunciaron lo que venía. Primero Sergio Plaza, central de Gimnasia, la sacó sobre la línea, y luego la pelota pasó besando un poste. Después le llegó el turno a Víctor Rena, con una media vuelta que cruzó todo el arco y se perdió por el fondo y, más tarde, con un remate de zurda que el arquero Juan Mulieri sacó magistralmente, volando sobre su izquierda.
El “Colorado” López, una vez más (tras pase de Rena) y David Altuna, tras cesión de Aimar, también desviaron sus tiros en franca posición, lo que marginó al local de una máxima emoción que esperaban sus hinchas.
El buen juego de “Zapallito”, tirado sobre la izquierda, la movilidad de Rena y las subidas de Aldecoa eran parte de un repertorio interesante de Alumni.
Gimnasia, que perdió un jugador rápido por lesión (Ianero salió lesionado e ingresó Federico Rodríguez en defensa), recién emparejó el juego cerca de los 25 minutos, cuando encontró espacios sobre las espaldas de Aimar, buscando al habilidoso Ivo Chávez, quien si bien no tuvo una buena compañía de Matías Ceballos, se las ingenió para desbordar ante Ezequiel Campos y filtrarse al área, aunque sin terminar bien sus avances.
Así, lo mejor del equipo salteño llegó a los 40’, luego de un rechazo que Iván Agudiak capitalizó en la puerta del área para sacar un tiro violento que reventó el travesaño.
Más allá del sofocón, pareció poco lo de Gimnasia y así lo habrá entendido el “Tano” Riggio, quien pegó un par de gritos en los vestuarios y su equipo salió más decidido en el segundo tiempo.
A la participación activa de Chávez (que perdió un mano a mano con Emir Basabe a los 13’), esta vez se le sumó mejor Sebastián Vezzani por el otro costado, mientras Agudiak se soltó sobre el sector derecho para complicar el panorama de Ezequiel Campos, quien vio cómo suele complicarse cuando juega con el perfil cambiado.
Estuvo muy cerca el visitante a los 17’ y el disparo alejado de Rubén Villarreal -con claro destino de gol- pegó en Vezzani, por lo que el árbitro, a instancias del asistente, corroboró una clara posición adelantada.
Tras cartón
Alumni encontró oxígeno cuando, a los 19’, Rodríguez se fue expulsado luego de bajar a Rena y de ganarse la segunda amarilla.
A Gimnasia le costó reacomodarse y Vázquez entusiasmó cuando mandó a la cancha a Diego Torres, un buen ladero de Aimar para el toque corto y preciso.
El propio “Oveja” armó una buena por izquierda y envió un centro bajo que Rena no pudo conectar. Y antes Mulieri debió actuar ante el tiro al arco-centro de Aldecoa.
El “Albo” salteño se paró de contra y avisó a los 31’, con el recién ingresado Maximiliano Gómez desbordando por izquierda para enviar un centro que, por el segundo palo, no supo aprovechar Ceballos.
No obstante, Alumni estaba más cerca, pero a los 35’ llegó lo inesperado: un tiro libre rápido desde la mitad de cancha cayó sobre el área de Alumni. Zárate la cabeceó entre los centrales, Basabe dio rebote y nuevamente la “Chancha” captó la pelota, puso el botín y la mandó a guardar.
De ahí en adelante, la historia de siempre cada vez que Alumni está en desventaja en la “Placita”: el rival se dedicó sólo a defender y no hubo espacios. Sólo quedó tiempo para un disparo de Aldecoa que Mulieri, convirtiéndose en figura, desvió con grandes reflejos.
Alumni terminó perdiendo, cedió una gran chance de quedar entre los seis mejores de la zona y cayó más cerca del fondo, ante el fastidio de su público, que esperaba festejar por primera vez en condición de local.
La figura
El arquero Juan Mulieri fue clave para la victoria visitante, ya que tapó dos pelotas con claro destino de gol. La primera a Rena y la segunda a Aldecoa, una en cada tiempo. También se destacó Ivo Chávez, como así también Zárate, por su gol. En Alumni, lo mejor fue Juan Aimar.
El árbitro
El santafesino Adrián Franklin acertó más de lo que falló y mantuvo el control del partido con autoridad. Expulsó bien a Federico Rodríguez, por doble amarilla. Le faltó acelerar más el juego.
Fotografías: 1) Rena trata de dominar el balón ante la marca de Rodríguez, quien luego se fue expulsado. Alumni perdió los dos partidos que disputó en Plaza Ocampo, donde todavía no anotó
2) Juan Aimar encabeza el ataque mirando la pelota. El playosense volvió a ser de lo mejor de Alumni, pero no alcanzó
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