Cristian Sebastián Moschitari (37) será juzgado en febrero o marzo de 2013 por el alevoso asesinato de su ex pareja, Claudia Analía Rodríguez (36), de cuyo crimen se cumplirá un año el próximo sábado.
La elevación a juicio de la causa que se le sigue al femicida quedó firme y fue remitida a la Cámara del Crimen de Villa María, que en breve iniciará los trámites administrativos correspondientes para la sustanciación del juicio oral y público en el que Moschitari deberá responder como presunto autor de “homicidio calificado por alevosía”.
Si bien todavía no fue fijada la fecha de realización de las audiencias, una fuente tribunalicia adelantó a EL DIARIO que las mismas se llevarán a cabo durante los primeros meses del año venidero, tras la Feria Judicial de enero, salvo que se produzca algún incidente jurídico que obligue a una postergación.
De todos modos, los tiempos procesales son más que razonables y es muy probable que el juicio se sustancie durante la segunda quincena de febrero o la primera de marzo, tal como está previsto.
Por lo pronto, la Fiscalía de Cámara (Francisco Márquez), la Querella (José Luis Bertoldi) y la Defensa (Alberto Eduardo Chiavassa) realizarán los ofrecimientos de prueba que consideren más relevantes y luego la Cámara procederá al sorteo de los ciudadanos que conformarán el jurado popular que intervendrá en el proceso.
La grave acusación contra Moschitari fue formulada hace un par de semanas por el fiscal de Instrucción del Tercer Turno, Daniel Del Vö, a tenor de lo que establece el artículo 80, inciso segundo, segundo supuesto, del Código Penal de la Nación, que establece que “se impondrá prisión perpetua (…) al que matare (…) con alevosía”.
El alevoso crimen se produjo poco después de las 11 de la mañana del jueves 29 de setiembre del año pasado, sobre calle Antonio Sobral, frente al Instituto Rivadavia y a pocos metros de la Municipalidad villamariense, donde trabajaba Claudia.
Hasta allí llegó Moschitari a bordo de un automóvil Volkswagen Senda de la empresa para la cual cumplía tareas realizando instalaciones eléctricas y de sistemas de alarma, y tras mantener una violenta discusión con su ex pareja (se habían separado unos cuatro meses antes), comenzó a golpearla con una maza en distintas partes del cuerpo, pero sobre todo en la cabeza, hasta darle muerte cerca del cordón de la vereda y ante la atónita mirada de numerosos transeúntes e incluso varios alumnos del establecimiento educativo.
Con las manos y las ropas totalmente ensangrentadas, el femicida fue detenido por la Policía pocos minutos después sin ofrecer la más mínima resistencia.