Según el Programa Juego Responsable de la Lotería de la provincia de Córdoba, la ludopatía en el territorio cordobés no llegó a ser, hasta el momento, un problema de impacto sanitario. Y, contrario a lo que se presume, las tragamonedas han generado adicción en menor medida que otros juegos más tradicionales, como la quiniela o el toto bingo y otros de similar naturaleza. Todo según cifras oficiales de un relevamiento hecho por el Estado.
Las novedades las conoció EL DIARIO ayer al asistir a una charla que brindó el médico psiquiatra Raúl Quiroga, quien está a cargo del citado programa, en la Medioteca municipal Mariano Moreno, y que estuvo dirigida a inspectores y docentes de Nivel Primario y Nivel Medio, con la idea de generar luego espacios para abordar la temática en los niños y adolescentes.
En un recreo de esa charla, el especialista dialogó con este matutino:
- ¿Un niño que se pasa muchas horas al día jugando en los vídeos o en la Play Station, puede convertirse en el día de mañana en un ludópata?
- “No puedo asociarlo en forma directa. Uno no puede decir que porque sea adicto a la Play Station vaya a ser un jugador patológico de los juegos de azar, pero sí se puede decir que ya lo es, tiene una patología con esos juegos (los videogames). Después podrá continuar su patología en los juegos de azar o no, es difícil de predecir, pero hay que generar acciones de prevención primaria. Mientras más se advierta a la población de jóvenes sobre los riesgos de jugar de manera compulsiva tendremos mayores posibilidades de evitar estas conductas cuando sean adultos.
Por eso es positivo trabajar con maestros, formar gente joven que tome el problema y promover acciones de salud o sociabilización.
Apuntamos a formas de juego sociales y saludables, es mucho más inteligente y saludable pasar el finde con amigos jugando a fútbol, al rugby o al hockey o lo que sea que estar 13 horas encerrados con el Play Station.”
- ¿Se ha comenzado a ver a la ludopatía como un serio problema a atender?
- “Es un problema que se asume como tal en los últimos dos años, aunque observadores y científicos ya lo habían visto hace diez años, pero recién ahora es incorporado como tal.”
- ¿Cuáles son las razones que llevan a la adicción al juego?
- “No es enfermo el que quiere sino el que puede. Hay cinco patologías básicas de base, como el tener un trastorno de ansiedad generalizada, trastornos por hiperkinesia y demás en ese sentido. Las personas con estas patologías de base pueden llegar a sufrir adicciones.”
- ¿Ha ido en ascenso la cantidad de ludópatas en la provincia?
- “El número se mantiene estable. Hemos hecho muestras con 550 casos, luego 800 y la última 2 mil (ver recuadros) que es la más importante de América Latina. Representa a toda la provincia, todas las franjas, todas las edades. Y ésta arrojó un nivel de afectación del 1% sobre el 2% y 4% de jugadores problemáticos, una cifra que es muy baja.
Las cifras de autoexcluidos, es decir donde el jugador se denuncia a sí mismo como patológico, tuvo su pico en 2009 y 2010, lo que tiene que ver con una demanda contenida, y luego bajó a la mitad. Por ejemplo, en 2008 hubo 240 llamadas anuales al 0800 y actualmente hay 5 ó 6 por mes. Por otro lado, se observa que la exposición no es un factor que haya incidido en la aparición de estas patologías; no hay un correlato entre la cantidad de máquinas y la cantidad de jugadores.
Puede que haya números ocultos, pero ni aún duplicando los números abiertos daría una cifra significativa de impacto sanitario; eso no quiere decir que no sea un drama, pero no tiene un impacto sanitario importante. En nuestro caso es del 1%, que es la mitad de la media mundial.
Yo tengo un solo caso de un jugador patológico en 35 años de experiencia y es de quiniela. Sí he tenido personas con familiares con patología de casino, pero de juego ilegal. En los pueblos se sabe claramente el día lunes quien perdió en la clandestina.”
- Entonces, ¿usted descarta que exista un problema serio de ludopatía en la provincia?
- “No, no. No descarto eso. Claro que es un problema serio para la persona que lo sufre y para su entorno, claro que sí. Lo que digo es que es un problema de bajo impacto sanitario. Cualquier tipo de adicción es un problema serio y grave, pero de allí a que haya impacto es distinto. En estos últimos 4 años de seguimiento, con una muestra de población creciente, los indicadores se mantienen estables.”
- ¿Qué puede hacer una persona con estos problemas o sus familiares?
- “Por un lado nosotros recomendamos la participación de personas en jugadores anónimos, algo que ayuda mucho, porque la experiencia del adicto trasladada a otro adicto ayuda mucho más.
Por otro lado, es injusto e inexacto decir que el Estado no se preocupa, porque estos ciudadanos puedan ser tratados por psiquiatras y psicológos del Estado. Está el sistema público, el privado o de seguridad social como vías. Las obras sociales cubren los problemas de adicción en Argentina. Nadie está abandonado. Lo que sí hay que decir es que son decisiones de vida y que es una de las patologías que más nos preocupan por el alto nivel de deserción. De cada 10 personas que mandamos a atenderse, 9 desertan”.
El 1% es un jugador patológico
Según el relevamiento de Lotería en base a dos mil casos, el 56% no es jugador, el 43% es un jugador social y el 1% es un jugador patológico. Luego, el médico a cargo del programa Juego Responsable, Quiroga, le dijo a EL DIARIO que ese 1% es la mitad del promedio mundial.
Entre los que juegan, el 49% dijo tener una relación “muy estrecha” con quien convive, el 38% una relación cercana y el 12% no contestó. Estos números “evidencian que las personas tienen una relación que implica contención”.
La autoexclusión
Es cuando una persona firma en el casino que quiere que no se la deje ingresar más, al presentar un comportamiento patológico con el juego.
En Villa Carlos Paz, llegó a un pico de 16 personas en 2010; la cifra de 2012 es de 8 personas y creen que se estabilizará.
Desde que se implementó el Programa Juego Responsable, se autoexcluyeron en ese casino 48 ciudadanos, un 0,00085 del total de la población de esa localidad.
No se brindaron números del casino villamariense, pero se explicó que los promedios de incidencia son similares en toda Córdoba.
Se juega más de día y los fines de semana
De acuerdo a un relevamiento realizado en base a dos mil casos, de los cuales el 48% es varón, el 45% dijo haber participado de apuestas en algún juego de azar en los últimos seis meses. El 55%, en cambio, dijo que no.
En cuanto a los horarios de juego, el 39% dijo que apuesta en el segmento diurno, el 26% en el nocturno y el 31% “a cualquier hora”. Esto evidencia que se apuesta más a la quiniela o juegos de similares características.
Respecto a los días, lideró, con el 31%, la apuesta durante los fines de semana o los feriados.
“Indistinto” se quedó con el 32% y un 27% señaló que lo hace en los días de semana.
Sólo el 5% va al casino
En el ítem en que se le preguntó a los consultados en qué lugar jugaba, el 75% afirmó haberlo hecho en las agencias de lotería y quiniela, y un 5% en los casinos o salas de juego.
Motivos
En cuanto a las razones que llevan a las apuestas, el 38% de los encuestados dijo hacerlo por pálpito o para probar suerte (por ejemplo, apostar a la edad de un famoso fallecido), el 35% por diversión y el 19% para ganar dinero.
El 68% dijo asistir solo (sin compañía) a estos lugares, lo que preocupa a la Lotería; el 11% con amigos, el 9% con la pareja y el 8% con otro familiar.
Sobre la procedencia del dinero que se apuesta, el 85% apuntó que “es plata de todos los días” y un 7% destina dinero que tenía asignado a la recreación.
Casi la mitad dice que juega menos de una vez por semana
De acuerdo a los datos de la Lotería de la provincia, a los que accedió ayer EL DIARIO, el 48% aseguró que apuesta menos de una vez por semana a los juegos de azar.
El 31%, en tanto, confió que lo hace una vez por semana.
Un 15% confesó que lo hace entre una y tres veces a la semana y el 6% más de tres veces por semana.
Cuánta plata
Respecto al dinero apostado, el 41% de quienes integran la muestra tomada para la encuesta dijo que deja en los juegos entre 11 y 20 pesos.
Un 40% contó que apuesta menos de 10 pesos. Y el 12%, entre 21 y 50 pesos.
En cuanto a los tipos de juegos que elige, la Quiniela está al frente con el 28%, seguida por el Telebingo (25%), Quini 6 (12%), Cartas (6%), Toto (5%) y las tragamonedas, 4%.
Un 7% escogió “otros”.