Alumnos de segundo año de la Escuela Pablo Sexto de Villa Nueva realizaron un sistema de siembra colgante y lograron así llegar a la instancia provincial de la Feria de Ciencias, tras pasar con éxito la realizada en Villa María.
De esta manera, el establecimiento educativo de calle Deán Funes vuelve a dar la nota y de la mejor manera. Y tiene antecedentes en esto. Es que con los dos proyectos anteriores alcanzaron a participar de certámenes internacionales, precisamente de una feria realizada en España.
Las docentes participantes
Con “La casita de la vida” se inauguró lo que ya puede llamarse una serie de logros, superando las instancias cordobesa, nacional y llegando incluso a España, a “Ciencia en acción”.
Esta última, ha ido potenciando, con el paso de los años, una red de profesores y comunicadores de la ciencia que se desplazan por ferias y certámenes de ámbito científico, llevando de la mano presentaciones sugerentes, llamativas, pedagógicas y lúdicas, para lograr que la ciencia llegue a la calle y la ciudadanía se interese por la misma.
Las docentes Carina Martínez y Azucena Lamberti fueron las que coordinaron la creación del sistema de siembra colgante, precisamente fardo. Ayer, Martínez dialogó con EL DIARIO junto al alumno Joel Piedras (14) y la directora de la institución, Marcela Petrucci.
La nueva creación se exhibirá y participará de la instancia provincial en Santa María de Punilla, del 2 al 5 de octubre. Va a estar entre 120 trabajos seleccionados de todo el territorio y ocupará el stand número 11 de la modalidad Ciencia y Tecnología.
s De qué se trata
Ayer, Joel y las docentes Petrucci y Martínez explicaron que el sistema de fardo colgante es una continuidad de los dos primeros proyectos (“La casita...” lo inauguró) y se desarrolló “en el único espacio que estaba sin uso en el invernadero”.
Como se recordará, “La casita...” está construida con botellas plásticas, que tiene como objetivo un invernadero dentro de la huerta.
Ahora, “nos planteamos que teníamos un metro libre y la entrada desocupada entonces se nos ocurrió hacer el fardo colgante”, señaló el adolescente.
“Muchos chicos tienen caballos o animales y la idea es llevar esta propuesta a sus hogares”, resaltó Martínez, trabajando con bloques de paja.
“Se pueden realizar otras siembras también”, agregó, por su lado, el alumno.
“Esta iniciativa es una situación real, que involucra a dos orientaciones: Construcción, a cargo de Carina y Alimentación y Huerta, a cargo de la profesora Azucena”, declaró la directora.
Las profesoras remarcaron el sentido de trabajar en el invernadero y generar distintas alternativas.
“Debido a las características de los alumnos, es importante esta actividad práctica. Pasa por probar, manipular, ver y hacer cosas para poder entender lo teórico”, precisó.