Las voces de las chicas que integran “La Cantarola” abrieron el acto recordando el primer aniversario de aquel crimen cometido en la vía pública, a metros del lugar de trabajo de la víctima y frente a la mirada atónita de los estudiantes del Instituto Bernardino Rivadavia.
A mazazos, con una violencia inusitada, Cristian Moschitari apagó la vida de Claudia Rodríguez, hace un año atrás.
Por esa razón, las organizaciones que trabajan contra la violencia de género, realizaron una convocatoria para recordar el hecho que marcó un antes y un después en lo que hace a la concientización sobre la violencia machista y para acompañar en el sufrimiento a la familia.
Esta vez, hubo una propuesta artística para canalizar a través de las canciones y la poesía, el dolor que generó esa muerte.
El cierre estuvo a cargo de la narradora y poeta Alicia Perring, quien conmovió a los presentes con sus palabras sobre la cultura violenta que reduce a la mujer a la condición de objeto. A esa altura, Emilio, el papá de Claudia, quien como siempre acompañó las marchas, rompió en llanto. Fue mucho por un día para él. Fue mucho por un año. Son muchas respuestas guardadas a los interrogantes de sus nietos que preguntan por la madre. Pero sigue allí, firme en el reclamo.
Asistieron a la concentración referentes de distintas organizaciones sociales, gremiales, como así también concejales de distintas fuerzas políticas y autoridades municipales.
A través de una nota, el intendente Eduardo Accastello deseó que “entre todos debemos construir una sociedad armónica y en paz y donde se haga justicia.
Fue precisamente el reclamo unánime: Justicia para los violentos y “ni olvido ni perdón” para los femicidas.
“Todos decimos basta”
Jimena Guevara, hermana de una compañera de trabajo de Claudia dijo que es hora de “que hombres y mujeres digamos basta a la violencia de género”. “Después de lo que pasó con ella, tomamos conciencia de que hay muchos casos, más de lo que uno cree. Es hora de que se termine esta injusta situación”.
Deseó que Moschitari tenga “un juicio lo más pronto posible, especialmente por los hijos, que si bien están muy bien cuidados, hoy deberían estar con su madre y no pueden”.
Conciencia
Carola Marchisio dijo que la muerte de Claudia cambió la situación en la sociedad, que ahora es “más consciente de la violencia de género. “La sociedad está cambiando. El salto que hubo desde que llamaban a estos hechos crímenes pasionales a hoy, que se habla de violencia machista, evidencia una evolución. Falta la respuesta de las instituciones a ese cambio”, concluyó.
También por Mariela
Norma Avaro, amiga de Mariela Bessonart, la mujer desaparecida hace 7 años atrás, cuestionó la impunidad que permiten que se repitan estos casos. “Tengo mucho miedo de que la causa de Mariela quede impune. Pedimos un juicio para que se sepa lo qué pasó, no se puede vivir con la injusticia”, dijo.
Pese a la desazón, asegura que no baja los brazos y acompaña las causas en las que se reclama justicia.
“Queríamos poner un abogado para que investigara, pero nos pidió hace un año 70 mil pesos. No pudimos, porque los que estamos de este lado somos unos secos, y del otro, están los poderosos”, afirmó.
Impotencia y dolor
Jackeline Carrión, víctima de violencia de género, estuvo ayer en la marcha para acompañar a los familiares de Claudia Rodríguez y con la convicción de que “hay que luchar juntos” para que no haya una sola mujer más que sufra una agresión de parte de quienes juraron amarlas.
“Es muy difícil. Te causa mucha impotencia y dolor saber que hay gente que se abusa de alguien que no se puede defender. Hay que andar así por la vida. Es un infierno la situación de violencia”, dijo, con la expresión de quien ha vivido la problemática en carne propia.
Espera que se haga justicia, para que no haya más Claudia que tengan que sufrir la violencia por parte de sus parejas o ex parejas.
“Todos somos parte”
Guadalupe Vázquez dijo que “para luchar contra la violencia de género, es necesario que se comprometa toda la sociedad. Puede haber políticas públicas y todos los recursos, pero es indispensable que todos seamos parte”.
No al machismo
Natalia González dijo que la convocatoria se basó en el arte “para canalizar las lágrimas, el dolor y la impotencia que causa la violencia de género”.
Es indispensable “el reclamo de justicia y para que no haya más machismo”, agregó.
Sin respuestas
Emilio Rodríguez, papá de Claudia estuvo, como siempre, en las concentraciones en las que se reclama justicia. “Fue muy difícil para mí. Desde que leí EL DIARIO, con el recuerdo de mi hija, hasta ahora, es como remover el dolor”, dijo.
Espera que a la brevedad sea el juicio (se estima que será a principios del año próximo) y mientras tanto, tiene que hablar con sus nietos y responderle las preguntas que formulan ante el dramático hecho que les tocó vivir. “Muchas veces es difícil, te quedás sin respuestas”, afirmó.