Los padres primerizos suelen tener muchas dudas cuando comienzan la convivencia con el recién nacido. Por suerte, la gran mayoría de las veces no hay de qué preocuparse.
Durante los nueve meses de embarazo la embarazada y el futuro papá se han preparado para la llegada del bebé: leyendo revistas, libros de crianza, asistiendo a clases para la preparación de la maternidad y han aprendido de memoria las recomendaciones del ginecólogo.
Pero para la sorpresa de los papas el bebé no es como se lo imaginaban, nace con la piel enrojecida, tiene pelitos en las orejas, no es como los bebés que salen en los avisos publicitarios. Además, por si fuera poco, tuerce los ojitos, hace gestos raros, respira de forma irregular y no tiene las piernas derechas.
Los primeros días, al mirar al bebé, todo parece raro, las dudas se multiplican e inquietan a los papás. Por suerte, la mayoría de las rarezas que los padres observan en el pequeño son normales. Aquí enumeramos algunas de las más habituales.
Le cuesta demasiado hacer caca: si hace ruidos, hace gestos raros y se pone colorado, no se preocupen. Los músculos del bebé no están suficientemente ejercitados (lo estarán a los tres meses de vida), ya que dentro del útero realizan pocos movimientos. Además, la leche, que es el único alimento que ingieren, deja pocos residuos. Es conveniente saber que los bebés que toman mamadera suelen hacer deposiciones más duras que los que amamantan.
Regurgita la leche: en ocasiones, después de comer o al eructar, el bebé deja escapar un poco de leche. Esto no es malo y se debe a la inmadurez de su sistema digestivo. Lo que sí conviene es distinguir la regurgitación del vómito, este último es repentino y brusco y el pequeño puede llegar a vomitar toda una toma entera. En estos casos se debe consultar con el pediatra.
Tuerce las piernas y los pies: también es factible que doble los pies hacia adentro. Dentro del útero de la mamá hay poco espacio, entonces para aprovecharlo al máximo mientras va creciendo, el pequeño tiene que mantener flexionadas las piernas, los pies doblados y la espalda cóncava. Es por eso que al nacer tiende a encoger las extremidades. Luego de unos meses, sus caderas y músculos se habrán fortalecido y alargado y su tronco y sus piernas estarán más estirados.
Tiene las uñas de los pies encarnadas: sus uñas, sobre todo las de los dedos gordos, se incrustan en la carne y la piel de alrededor se pone roja. Esto sucede con frecuencia en los bebés, pero no tiene importancia. Se puede comprobar fácilmente, apretándole el dedo del pie con suavidad; si la uña está encarnada, la criatura encogerá el dedo y se quejará y al poco tiempo si no se trata, se inflamará y también puede infectarse.
Pone los ojos bizcos: el estrabismo aparente en el recién nacido se debe a que todavía no puede controlar los músculos de sus ojos y, a menudo, le cuesta mantenerlos en línea cuando intenta enfocar los objetos y los rostros. Esto se considera raro si los ojos siguen pareciendo bizcos de manera permanente o pasados los tres meses.
La piel es rara y además se le ven las venas: el tono traslucido que presentan los bebés recién nacidos es debido a la inmadurez de su sistema circulatorio y del mecanismo que regula la temperatura de su cuerpo. A medida que se vayan perfeccionando ambos, su piel tendrá un color más opaco. El enrojecimiento y las arrugas son pasajeros también y son consecuencia de haber estado nueve meses flotando en el líquido amniótico.
Cuando llora lo hace sin lágrimas: durante los primeros días las glándulas lagrimales producen la cantidad necesaria para mantener la humedad del ojo. Esto es normal y se corrige en pocas semanas.
Tiene vello en casi todo el cuerpo: esto es común en algunos bebés, es una pelusita que se llama lanugo y, a veces, también se encuentra en las orejas. Es más frecuente en los bebés prematuros, pero luego de unas semanas se va cayendo hasta desaparecer.
Su respiración es irregular: es posible percibir pausas breves entre una respiración y la siguiente. Esto se debe a que sus pulmones son pequeños y que su sistema neurológico tiene que desarrollarse en su totalidad. La respiración va a tardar aproximadamente unos seis meses en hacerse regular.
Sus movimientos no son coordinados: después de nacer, las áreas cerebrales que están más desarrolladas son las relacionadas con los reflejos y las funciones orgánicas fundamentales, como el latido del corazón. Pero el cerebelo, que se encarga de coordinar los movimientos, no está del todo desarrollado. No se le debe dar mucha importancia ya que en unos meses va a coordinar mejor sus movimientos.
Tiene hambre a cada rato: el bebé necesita comer con frecuencia ya que su estómago es demasiado pequeño. Lo mejor es alimentarlo a demanda ya que es el único modo de asegurarse de que toma toda la leche que necesita.
Sus orejas son blandas y tienen flexibilidad: no hay que alarmarse si son un poco más flácidas de lo normal. El cartílago todavía es inmaduro, pero en algunas semanas va a empezar a endurecerse y la oreja adquirirá una forma más estética.
Tiene el ombligo sobresalido: los primeros días el ombligo puede parecer hinchado o sobresalir, pero generalmente, cuando el cordón umbilical se seca y cae (esto ocurre entre una o dos semanas), el ombligo empieza a tener un aspecto menos saliente.
Tiene pie plano: es normal que lo parezca ya que el arco de la planta del pie se forma entre los cuatro y seis años. Sería raro si el pie ya tuviera arco, esto sería síntoma de un problema neurológico o muscular.
Tiene un bulto en el pecho: lo que se llega a tocar al final de las costillas es el tope del esternón. En las criaturas este hueso está compuesto por tres segmentos y, a veces, se considera un bulto, más si el pequeño es delgado. A medida que pasa el tiempo se va recubriendo de músculo y grasa y va dejando de ser perceptible.
Cuando está dormido hace muecas: los gestos que hace mientras está durmiendo se llaman “sonrisa del sueño” y son comunes en los recién nacidos. Son contracciones involuntarias que se originan cuando está profundamente dormido o cuando pasa de una fase de sueño a otra. No hay que hacer nada porque no tienen ningún significado. Fuente: Crecer Juntos
Centro Integral de Preparación para el Parto
Patricia Rodríguez de Vodanovic
Lic. en Educación Física, Kinesiología y Fisioterapia
MP 5215
rodriguezpatriciac@hotmail.com