Mucho se ha dicho en el último tiempo con respecto a las dificultades para viajar que se le presentan a las personas, ocasionadas por las restricciones para la compra de moneda extranjera impuestas por el Gobierno nacional.
Gustavo Levrino, titular de Mundo Viajes, una empresa dedicada más específicamente al turismo emisivo, es decir al turismo fuera del país, sostiene que actualmente se paga todo en pesos.
“Los viajes se pueden abonar en pesos, y a un cambio que puede estar cuatro o cinco centavos más alto que el del dólar oficial”, afirma.
“A los mayoristas, en este cepo del dólar, se les han incrementado algunos gastos administrativos al hacer todas sus operaciones en pesos. Esto ha derivado en que, si bien el Gobierno dice que los viajes se podrían pagar al cambio oficial del Banco Nación, en realidad las empresas pongan unos centavos más que el cambio oficial”, explica Levrino.
“Es decir que si hoy el dólar oficial está a 4,71 pesos, el mayorista va a cobrar cada dólar del viaje a 4,75 pesos, algo muy parecido al cambio oficial”, ejemplifica.
Levrino dice que desde la implementación de estas medidas gubernamentales, el giro que se produjo es que hoy la gente apunta a adquirir en la agencia los productos que incluyan la mayor cantidad de servicios que se puedan pagar acá.
“Lo que busca el pasajero es que lo que tenga que llevar sea lo mínimo indispensable”, completa.
“Si antes pedían paquetes con desayuno, hoy piden con pensión completa, o bien los pasajeros solicitan los cruceros o destinos del Caribe que son ‘all inclusive’, entonces se reduce el desembolso de moneda extranjera o el pago con tarjeta de crédito y se evita la carga del 15% dispuesto por el Gobierno, correspondiente al adelanto de impuesto a las Ganancias”, agrega.
Sin requisitos
Levrino asegura que para adquirir un paquete turístico no debe presentarse nada.
“Es importante destacar que a la persona que quiere viajar no se le exige ningún requisito por el que deba demostrarse de dónde sacó la plata ni hay que presentar una autorización de la AFIP, porque se ha creado una especie de psicosis y la gente cree que para venir a una agencia tiene que pedir permiso”, señala.
“Ahora se contrata un viaje como se contrató toda la vida. En el aeropuerto nadie pregunta de dónde sacó la plata el pasajero ni cuánta plata lleva ni hay que llenar ningún papel nuevo adicional”, indica el titular de Mundo Viajes, a la vez que aclara que las agencias de viaje tampoco tienen que enviar un listado de pasajeros a la AFIP.
“No hay ningún trámite nuevo ni requisito ni impedimento para que alguien salga del país”, insiste.
“En lo que sí están influyendo las restricciones es que en el momento de comprar la moneda extranjera para llevar, la AFIP no habilita la cantidad necesaria, por eso la gente compra en Argentina todos los servicios que puede”, reitera.
En los casos de destinos que no trabajan con media pensión o “all inclusive”, el pasajero debe conseguir las divisas para pagarlos en el extranjero.
“Para eso no se solicita una constancia de viaje en la agencia, simplemente hay que ingresar los datos en un formulario de la AFIP para poder comprar la moneda extranjera y el organismo habilita lo que estima correspondiente”, sostiene.
Según Levrino, las trabas a la compra de moneda extranjera afectan a aquellas personas que quieren autogestionarse un viaje adquiriendo sólo los pasajes para decidir después cuántos días se queda en cada destino.
“Hay niveles de hotelería y de gastronomía que no se pagan con 50 ó 60 dólares por día, por eso se complica”, afirma.
Por otra parte, dice que la AFIP hasta ahora no ha constatado la veracidad de los datos aportados por los viajeros, como había prometido hacer.
“Yo creo que eso no se cumple porque técnicamente es muy complejo y entra en terreno de confidencialidad de las empresas aéreas”, considera.
Sin mermas
“La gente sigue viajando, sigue planificando sus vacaciones. Estuvo un poco atenta hasta ver hacia dónde llevaba todo esto en junio, pero después siguió con sus planes de vacaciones”, explica Levrino.
“Pregunta mucho sobre si hay implicancias impositivas o no, pero evacuadas esas dudas, las personas continúan tomando su decisión de viajar y de disfrutar de su dinero”, dice, a la vez que añade: “Creo que la gente decide gastar su dinero en viajes antes de que aparezca algo como un impuesto al turismo o un nuevo corralito”.
Mucha consulta, mucha demanda
Por su parte, Johmny Lapier, encargado de ventas de Carlos Paviotti Viajes, coincide en que la “la gente sigue viajando lo mismo”.
“De una manera u otra la gente viaja, consigue la moneda extranjera o paga acá en pesos, pero viaja”, agrega.
“Las consultas que tenemos en la agencia para 2013 son muchas y hay mucha demanda de destinos como Brasil para este verano”, indica.
“Como las restricciones al dólar vienen de la mano de lo que la gente tiene que llevarse para gastar en el extranjero, todo lo que pueden, lo compran acá contratando un paquete ‘all inclusive’”, dice, concordando con Levrino.
Asimismo, aclara que si bien las agencias se manejan con la “cotización del Indice de Agencias de Turismo de Argentina (IATA)”, cada mayorista toma el valor del dólar con una pequeña fluctuación de centavos.
El encargado de ventas de Carlos Paviotti Viajes también reconoce que el pasajero se ve afectado con las restricciones cuando necesita llevar dólares al exterior, porque aunque haga el trámite ante la AFIP, el organismo autoriza una compra mínima.
Por otra parte, admite que en “lo que se refiere a lo netamente comercial”, las trabas en cierta forma beneficiaron a las agencias “porque tienen que gastar acá lo que más puedan, cuando antes sólo contrataban aéreos y hotel”.
Impuestos más caros
Lapier asegura que el valor de los paquetes en dólares no se incrementó, el viaje que costaba 2 mil dólares siguen costando lo mismo, ya que las tarifas se establecen con mucho tiempo de anticipación y se mantienen.
“En octubre o noviembre de este año ya vamos a tener las tarifas para 2013 y 2014 para las compras anticipadas, que tienen ciertos beneficios, por lo tanto, no tienen variación”, explica.
En cambio, Lapier considera que los que se incrementaron notablemente son los impuestos.
“Hay casos en los que los paquetes con all inclusive han llegado a tener impuestos prácticamente equivalentes al valor del viaje, y eso te mata”, añade.
“Los impuestos los determina la compañía aérea, siempre fueron caros, pero me parece que este año se incrementaron mucho más”, afirma.
“Se hace difícil explicarlo, porque si alguien quiere comprar un aéreo a Dubai, cuesta alrededor de 2.700 dólares y los impuestos son 190 dólares. En cambio, si se compra un paquete turístico al mismo destino, Dubai, los impuestos suben a 823 dólares”, ejemplifica.
“Hoy hay que analizar todas las opciones antes de viajar, porque antes los impuestos no eran significativos, pero ahora representan un 50% o un 60% del valor total del viaje”, reitera.
Controles de la AFIP
“No nos han pedido de la AFIP los datos para constatar los viajes de los pasajeros, pero deben cruzar datos para informarse”, explica Lapier.
“Tuve el caso de un pasajero que adquirió 500 dólares para viajar a Estados Unidos, como no pudo realizar el viaje, dio de baja todo, y después recibió una notificación de la AFIP en su domicilio para que devuelva el dinero. Y lo tuvo que devolver”, señala.
Argentina, más cara
“Nosotros en esta agencia no notamos que en función de las medidas implementadas por el Gobierno a nivel impositivo o para conseguir moneda extranjera hayan generado una mayor demanda de turismo nacional”, asegura Levrino.
“Además, hay una realidad: Argentina, por los procesos inflacionarios que hemos tenido, tiene tarifas carísimas. Una cena común en Buenos Aires cuesta entre 100 y 120 pesos, y en España se come por menos dinero”, señala.
“La gente no vacaciona en Argentina no porque le guste gastar en el exterior o porque sea antipatriota, sino porque nuestro país es carísimo”, indica.
Como ejemplo, menciona el caso de una familia que decidió contratar un crucero de nueve noches a Brasil con todo incluido, y que cuesta 1.500 dólares final por persona, después de averiguar que el alquiler de una cabaña para cinco personas en las sierras de Córdoba, durante el mes de enero, está entre 1.300 y 1.500 pesos por día.
Coincidiendo con Levrino, Lapier señala que “el adelanto de lo que es temporada alta en Argentina, es caro”.
“Viene más caro de lo que yo pensaba con respecto al año pasado y con respecto a los adelantos que tenemos de Brasil”, afirma.
Lapier dice que un paquete de siete noches en el sur de Brasil, con desayuno, oscila entre los 4.200 a 5.000 pesos, mientras que a Mar del Plata o Villa Gessell van desde los 3.800 a 4.100 pesos.
“No sé si los aumentos son los lógicos por la inflación que se dio este año, pero están”, concluye Lapier.