“Veo el voto a los 16 años de manera claramente positiva, me parece que es un aporte profundo a la democratización de la política. Creo que la juventud está claramente capacitada para participar activamente, con responsabilidad y que puede darle mucho a nuestro sistema político.
Habría que capacitar a jóvenes y no jóvenes para que voten. He conocido menores de 18 años con una profunda conciencia política, con conocimiento de lo que implica intervenir en las discuciones electorales. Creo que el sistema educativo tiene la responsabilidad de formar a sus jóvenes para la participación.
Que voten mayor cantidad de personas trae aparejado un mayor debate, se canalizaría una demanda de un sector que no se escucha, entonces los jóvenes van a tener la posibilidad de opinar qué quieren para su municipio, su provincia o su país.”