El barrio Las Acacias se inició formalmente a principios de los años 50, cuando se llevó a cabo un proyecto urbanístico destinado a “oficializar” los asentamientos urbanos que hasta entonces se consideraban una prolongación del Roque Sáenz Peña.
El loteo se hizo sobre los terrenos de Guillermo Hammerschmidt (aparece como titular de las tierras en varios barrios) y Alberto Coronel. Eran administrados por la empresa Gassman y Boetsch SRL, de nuestra ciudad.
En total, abarca unas 9 hectáreas, que están limitadas por la ruta nacional 158 al sudeste y que lindan con los dos clubes de rugby de la ciudad, el San Martín y el Jockey.
“Los propietarios del inmueble ofrecieron al municipio dos hectáreas con destino a calles públicas, que fueron aceptadas por las autoridades el 28 de junio de 1952 ad referéndum del Superior Gobierno de la provincia”, escribió Bernardino Calvo sobre Las Acacias en su libro sobre la ciudad.
Así comenzaron a comercializarse los lotes, adquiridos especialmente por trabajadores que comenzaron a poblar y darle vida a Las Acacias.
Los primeros años, los nombres de las calles no tenían la identidad que ostentan con orgullo hoy. Fue en 1977, en una ordenanza aprobada en el mes de julio, que se confirmó que la nominación de las arterias de la ciudad se corresponderían a variedades de árboles y flores, como Nogales, Alerces y Violetas, entre otros.
Calvo en su libro advierte que el progreso llegó con los servicios como el de la energía eléctrica y agua corriente, pero señala que “en cambio, los inconvenientes derivados de las frecuentes inundaciones y de la incomunicación con el barrio Sáenz Peña, a cuyos establecimientos educacionales asistían los niños del sector. Incomunicación que, de alguna manera, se hacía extensible al resto de la ciudad por la presencia del vasto predio cercado de una institución deportiva.
Y concluye: “El tesonero esfuerzo de los vecinos, la indoblegable voluntad que rindiera preciados frutos, como la de contar con un dispensario para la atención sanitaria de la población, coloca de relieve la presencia de un solidario espíritu y de una singular capacidad de respuesta para superar las dificultates de esta empresa común en la que están empeñados los vecinos de Las Acacias”.
LAS FOTOGRAFIAS
1) Las instalaciones sobre la ruta del Jockey Club, marcan uno de los límites del barrio y si bien la entidad tiene sede en el centro, su predio lo hace formar parte de la vida institucional de Las Acacias
2) El otro club del barrio es el San Martín, que tiene como ejes de su práctica deportiva el rugby y el jockey
3) Merecido homenaje a jugadores de rugby fallecidos en accidente, los que son recordados en los nombres de las calles que rodean al club
4) El dispensario, un espacio indispensable para la salud del sector