Señor director:
Somos un grupo de padres de la escuela Doctor Nicolás Avellaneda y estamos preocupados por el estado en que se encuentra el edificio de la institución.
Nuestros hijos estuvieron todo el año lectivo 2008 teniendo clases en sólo tres aulas, en el comedor y en la dirección. Almorzaban en la galería.
Preguntamos: ¿esto es correcto?, ¿o es porque nuestros niños son de barrios humildes y somos pobres? ¿Merecemos esto?
Entendemos que tenemos los mismos derechos que cualquier ciudadano y exigimos que nuestra escuela, para el próximo año, se encuentre en condiciones. Nuestros hijos también pertenecen a esta ciudad.
Al señor intendente, en sus discursos, lo escuchamos diciendo: “El 1 de diciembre comenzamos con las refacciones en la escuela. El dinero ya está”.
Vaya ignorancia la nuestra, nos olvidamos de preguntar de qué diciembre hablaba nuestro intendente, o quizá debíamos pedirle que nos firmara algo. Pero no lo hicimos, porque nosotros -los humildes- somos gente de palabra y confiamos en él. Vemos que nuevamente nos equivocamos cuando lo votamos.
En otras oportunidades dijo que a él no le corresponde que es el Gobierno provincial quien debe hacerse cargo. Pero él, como autoridad máxima de nuestra ciudad, ¿no debe gestionar hasta el cansancio para que esto se solucione?
También pensamos que como la costanera para el próximo año va a estar muy linda, quizá podamos llevar a nuestros hijos con sus docentes allí para que puedan aprender con más comodidad y menos peligros. Sólo tendría que colaborar con el transporte. No se olvide que nuestros barrios están alejados de la costanera y muchos niños ni siquiera la conocen.
Esperamos que esta carta les toque un poco el corazón a quienes corresponda. También nos preguntamos: ¿a qué se refieren cuando hablan de educación pública?
Nuestros hijos no tuvieron gala ni fiesta de fin de año, debido al estado de la escuela. ¿Les parece justo, esto?
¿Qué esperan para arreglar la escuela?, ¿que ocurra una desgracia?, ¿que una puerta o una ventana aplaste a uno de nuestros hijos? ¿O quizá esperan las próximas elecciones?
Sólo sabemos que no queremos más promesas. Sólo pedimos un lugar digno donde nuestros hijos puedan estudiar, ellos también lo merecen. Y, aunque somos humildes tenemos sentimientos. Por eso queremos ver bien a nuestros hijos y a todos los niños que concurren a este establecimiento.

Atentamente
Sandra Pérez; Norma
Maldonado; Rita Díaz;
Nélida Gómez; Patricia
Valeria Carrizo y
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