Cada vez que al Gobierno le aparecen con cacerolas en la calle, tiende a discriminar adjudicando a la clase media las culpas de este “injusto” reclamo: son “los que viajan a Miami”, “los que ahorran en dólares” y “ visten bien”.
Quizá tengan razón en esta descripción, no hay que negarlo, pero es parcial, se olvidan de otros atributos de la clase media argentina y que, en estos casos no es conveniente publicitar. Paso a describir alguno de ellos. La clase media además, es aquella que:
-Compra la mayor parte de los automóviles que circulan en las rutas, generando el empleo en el sector automotor.
-Deposita los aportes de los trabajadores de su empresa todos los meses para el sistema jubilatorio y de salud.
-Abre la puerta de su comercio o fábrica cada día, asumiendo riesgos, para que millones de trabajadores dignifiquen su vida.
-Colabora con miles de instituciones sociales, aportando dinero y gestión, para que el estado alivie su carga en materia social.
-Envía sus hijos a las Universidades para que se formen y aporten luego al país recursos calificados.
-Llena los hoteles de nuestro país los fines de semana largo y en las vacaciones de invierno y verano.
-Trabaja cada día sin corporaciones que la defiendan y legisladores que voten leyes en su favor.
-Paga el impuesto a las ganancias con deducciones y mínimos no imponibles de valores irreales.
-Reinvierte sus ganancias en fierros y más productividad que se traduce en mejores cosechas para el país.
-Se banca todos los cortes de ruta y calles públicas, sin que le paguen el lucro cesante.
-Se la tiene que rebuscar de manera que sus ahorros no se desvaloricen con la inflación.
-Edifica sus viviendas con su propio esfuerzo, sin créditos a su alcance.
Podría describir muchos más atributos de la clase media argentina. En muchos casos “medio pelo” como decía Jaurechte, pero también en muchos otros casos, artífices de la producción, innovación y progreso.
También podría hablar de sus defectos, que seguramente son más que los que les endilga el Gobierno. Pero creo que lo que ha aportado, y aporta al país, este sector de la sociedad, nunca fue bien reconocido y en todo caso, más bien se la recuerda por sus miserias más que por sus virtudes.
Señores gobernantes, dejemos la hipocresía de lado y digamos las cosas como son. Sin dejar de atender a quienes más lo necesitan, no escupamos para arriba, no olvidemos que la producción antecede en el círculo virtuoso de la sociedad que vivimos y los que producen son quienes trabajan y en este espacio selecto, está sin dudas la gran mayoría de nuestra clase media (a la que me enorgullece pertenecer). A quien no hay que adorarla, pero tampoco vilipendiarla. Quizá darle el espacio que se merece, favorecer su autoestima. Para que la vaquita siga dando leche de la que todos tomamos.
Después de todo, ustedes, señores gobernantes... ¿no son clase media?
Cr. Alberto Costa
Grupo Costa