Según la óptica de cada uno, el punto de ayer tuvo diferentes repercusiones y consecuencias.
Es que mientras los jugadores de Alumni se mostraron felices por lo que significó mantener el invicto y sumar en un reducto complicado, los del “Santo” se quedaron mudos y debieron padecer el grito inquisidor de muchos de sus hinchas, que pidieron la cabeza del entrenador Carlos Ramacciotti y cuestionaron el “mal esfuerzo” del equipo.
En ese contexto, el contraste se percibió en los vestuarios.
“Tengo un grupo bárbaro, de muy buenos jugadores, encima hombres, ya que esta es una cancha muy brava para jugar”, dijo el DT de Alumni, José Manuel Vázquez, como una forma de exhibir su orgullo tras el resultado y el rendimiento del plantel.
“Fue un partido muy duro, que tuvo de todo, juego, marca, lucha; hay que superar eso y los muchachos lo hicieron”, añadió “Pistola”.
Además, recalcó que “estos son los partidos que se pierden en la semana porque así lo sienten muchos, a tal punto que nosotros nos reíamos en la previa porque había apuestas y San Martín pagaba de uno a diez; nosotros pagamos fortuna, pero yo estoy muy contento por los jugadores que tengo”.
En cuanto al partido, Vázquez explicó la inclusión de un delantero más para el complemento, algo que sirvió como medida para lo sucedido.
“En el segundo tiempo salimos con otra idea porque mucho no se cambiaba, quería más agresividad arriba, tener la pelota porque se veía que se podía jugar”, contó. Y agregó: “Tanto Aimar, como Mascambroni y Altuna, en la zona de volantes, hicieron un trabajo espectacular”.
Por último, al ser consultado sobre cómo tomó el resultado, Vázquez contestó: “Si me quedo con la última de Víctor (Rena), podríamos haberlo ganado, pero también hubo situaciones del lado nuestro, esas jugadas donde te la meten en cualquier momento y, gracias a Dios, no la metieron”.
Quien sí la metió fue el mediocampista David Altuna, después de una jugada colectiva formidable, la mejor de la tarde.
“La verdad que estamos todos muy contentos, me tocó convertir a mí, pero fue una gran jugada colectiva y es mérito del equipo”, afirmó el joven que llegó desde Belgrano, que explicó la jugada: “Nace de atrás, el enano (Aimar) abre muy bien las piernas y Víctor pone un centro muy preciso; él estaba situado afuera y se necesitaba un jugador adentro del área, así que gracias a Dios la pude embocar.”
No obstante, más allá de la felicidad, Altuna remarcó que ahora todo queda a pedir del equipo en Plaza Ocampo, donde todavía no pudo sumar: “Tenemos la deuda con la gente de Villa María; hicimos méritos en la fecha pasada y perdimos un partido increíble, así que vamos a hacer todo lo posible para seguir en este camino que tenemos afuera para ganar en casa”, aseguró.
Tras la victoria, el plantel de Alumni se trasladó al hotel para cenar y posteriormente emprendió el regreso a Villa María, donde tenía previsto llegar hoy, bien temprano.
Insultos
Mientras en Alumni todo era felicidad, en San Martín el panorama resultaba oscuro: más de cien hinchas se juntaron cerca de los vestuarios para insultar al entrenador Carlos Ramacciotti y a los jugadores, a quienes le pidieron mayor compromiso.
Al grito de “la camiseta del ‘Santo’ se tiene que transpirar”, los hinchas “cirujas” hicieron notar el descontento por el empate en La Ciudadela, donde el equipo se mantiene invicto y había ganado en sus tres partidos anteriores como local.
El caso es que San Martín venía de una derrota en Salta (ante Gimnasia y Tiro) y sus hinchas estaban entusiasmados con ganarle a Alumni, quien asomaba como “un rival fácil”, según la lectura que hicieron en la semana. Pero esto es fútbol. Y Alumni, de visitante, escribió otra página interesante, que dejó bronca en el dueño de casa.