Dalma Maradona estuvo a solas con EL DIARIO, en lo que fue la promoción de su obra “La Hija de Dios”. Cómo es ser ella misma en un escenario, la relación con su padre, el fanatismo generado por Diego Maradona, la obra que muestra la relación padre-hija puertas adentro y más, a continuación.
-¿Algún avance de la obra, que se puede contar?
-La obra es un unipersonal que ensayamos mucho tiempo con Erika Halvorsen, que es la directora y la que la escribió. Es amiga mía y escuchó varias anécdotas mías, con mi papá, sin el propósito de hacer una obra. Una vez me dijo que había que hacer algo con eso, yo al principio no quise, pero cuando la leí, sentí que era mi voz la que hablaba, entonces ensayamos, largamos y tuvimos una temporada en Buenos Aires espectacular.
-Después de tantas obras en las que participaste, ¿cómo es ser vos misma al frente del público?
-Está bueno, porque si bien soy yo, me desafía mucho como actriz. Estoy una hora y veinte arriba del escenario, con un montón de letra, de responsabilidad y si bien elijo hacerlo, al principio tenía mucho miedo. Trabajo con gente increíble que me ayudó mucho a hacer esta obra que quedó realmente buena.
-¿El teatro te ayudó a sobrellevar ciertos prejuicios con ser la “hija de”?
-Al principio, de chica lo pasaba mal. Después a la gente le comenzó a gustar mi trabajo, muchos que yo admiro lo han destacado y eso es lo más importante. Obviamente iba a haber crítica, pero también es bueno que reconozcan el laburo.
-¿Con esta obra buscás que se cambie de verte como la “hija de” a verte como actriz?
-Ya creo que me toman como actriz. Pero con esta obra me hago cargo de que soy Dalma Maradona y actriz al mismo tiempo. Pasa por ahí. Ayuda un poco a terminar, a conocerme más a mí.
-¿Por qué la obra en este momento? ¿Lo pensabas a futuro?
-No. De hecho me tuvieron que convencer para hacerla, pero terminó siendo un regalo para mi papá, en un momento en que quería hacerla. Sentía que era un momento para que mi papá se enterara de varias cosas que nunca le había dicho. Y mi manera de hacerlo era en una obra de teatro.
-¿En algún momento de tu vida te creíste la “hija de Dios”?
-No, te juro que no. Nunca lo vi así. De hecho respeto todas las opiniones, aunque creo que están equivocados los que piensan así. Los respeto porque cuando estuvo mal mi papá, ellos rezaron por él sin haberlo visto. Es también un modo de agradecimiento.
-Yo creo que esta obra es a la inversa de la vida de tu papá. El empezó de abajo y llegó a la cima y vos que naciste en la fama buscás ir abajo para poder escalar, para superarte de a poco. ¿Creés lo mismo?
-Sí. Está bueno que lo digas y te des cuenta. Porque es lo que yo pienso. Pienso que si bien mi carrera como actriz es más lenta que otras, siento que tengo el tiempo y la paciencia para hacerlo. No necesito salir corriendo a buscar notas desesperadas y lo único que tengo que hacer es mi trabajo de la mejor manera.
-Con tantas funciones, luego de que Diego te haya ido a ver al estreno, ¿sentís los mismos nervios o ya estás más canchera?
-Siempre está eso, no me puedo relajar. Tengo que estar atenta. Pero sí, la paso mejor y lo disfruto más, por eso la decisión de ir de gira. Gira que empezamos acá.
Juan José Coronell