La Cámara del Crimen de Laboulaye continuará hoy el nuevo juicio oral que se realiza a Mariela Galíndez, quien en 2009 fue condenada a ocho años de cárcel por arrollar con su auto y matar a un ladrón, pero apeló la sentencia.
Este nuevo debate se efectúa a raíz de lo dispuesto por el Tribunal Superior de Justicia (TSJ), al aceptar el recurso de casación que interpuso Galíndez en contra del fallo de la Cámara Segunda del Crimen de Río Cuarto, que la condenó por “homicidio simple con dolo eventual”.
La mujer fue juzgada en los Tribunales riocuartenses por el hecho ocurrido el 12 de mayo de 2005, cuando embistió con su automóvil y le ocasionó la muerte a Fernando Quiroga (22), un ladrón que luego de herir al esposo de Galíndez con una sevillana, robó un bolso con ropa.
En el recurso de casación interpuesto ante el TSJ, se sostiene que en el primer juicio no se tuvo en cuenta el atenuante de “emoción violenta”, criterio que fue compartido por el alto tribunal al sostener que el fallo “se basó sólo en la pericia psiquiátrica que, según los impugnantes, ha sido parcializada en su valoración”.
Precisamente, la Defensa apunta a probar que la mujer fue víctima de un estado de emoción violenta y espera que se aplique el mínimo por este delito, que contempla penas de tres a seis años, aunque en el primer juicio el perito oficial la había descartado.
Sin embargo, la Sala Penal del TSJ anuló parcialmente la sentencia anterior, en la que se consignaba que Galíndez, al ver a Quiroga huir delante de su auto, en lugar de aminorar la marcha, aceleró y lo embistió, por lo que el joven dio contra el parabrisas y murió poco después.
Al fundamentar la aceptación del recurso de casación y ordenar un nuevo juicio, el máximo tribunal sostuvo que debió haberse valorado que el hurto de ropas perpetrado previamente por Quiroga, “tuvo un impacto emocional en la imputada”.
El TSJ destacó que “el obrar de la imputada se produjo después de un asalto particularmente violento, en que no sólo estuvo en juego un ‘magro botín’, consistente en las ropas que robaron, sino también riesgos a las personas tanto de ella como del marido y que produjo una alteración anímica, cuya magnitud no ha sido ponderada”.
Por su parte, Soledad Nieto, defensora de Mariela, explicó que en este segundo juicio, que comenzó días atrás, desfilarán los mismos testigos que habían declarado en el primer proceso judicial, agregando que se prevé el aporte del doctor Gustavo Zanlungo, psiquiatra forense de Tribunales.