Escribe: Fernando de Goycoechea
Con una victoria que le permitió quedarse con el décimo puesto de la tabla de posiciones, San Martín se despidió de la temporada oficial del rugby cordobés.
Para lograr el triunfo frente a Córdoba Rugby por 31 a 16, los “tricolores” aprovecharon las oportunidades que tuvieron para hacer mover el marcador, durante un partido de escaso nivel técnico.
Durante los primeros minutos de la primera etapa, los dueños de casa, haciéndose fuerte en las formaciones fijas y los puntos de contacto, impusieron condiciones que les permitieron invadir el ingoal rival.
Las arremetidas y definición de try por parte de Mayco López Grasso y Pablo Beletti, mostró a un San Martín dispuesto a quedarse con los últimos puntos en juego de la “Copa Citi”.
Tras los primeros dos golpes, los invitados reaccionaron con un penal del apertura Seia a los 27 minutos y un try del tercera línea Coria a los 32.
Tan solo un minuto después, el “Sanmar” volvió a la carga con Federico Vilegas, que aprovechó el desorden de una formación espontánea para rescatar el balón y llevarlo a la zona de anotación.
Para cerrar el parcial, los de Parque Liceo volvieron a sumar a través de otro penal y decretaron el 17 a 11 favorable a los discípulos de Avacca y De Zárate.
En la segunda parte y bajo una incesante llovizna, los dos conjuntos cometieron errores de todo tipo. La pelota resbalosa y el terreno cada vez más problemático, sumado a los yerros de los jugadores, conspiraron contra el trámite del juego.
El pasaje irregular del cotejo, sin embargo, no opacó las intenciones de los de barrio Las Acacias que a los 20 minutos lograron nuevamente hacer estremecer el marcador con el try de Alexis Barrera y la conversión de Fernando Maidana.
A los 36 minutos, los “tricolores” adicionarían a su cuenta cinco puntos más merced a su capacidad de empuje en el scrum. El try penal a favor, luego de las sucesivas infracciones de los invitados, parecía darle cifras definitivas al choque, pero no fue así.
El último grito de try quedó para los cordobeses que sin rendirse (pero con muchos problemas para desenvolver sus planes), a los 37 minutos de juego depositaron la ovalada en ingoal “tricolor”.