Junto con la felicidad que trae el embarazo, también se presentan cambios físicos y psicológicos de gran envergadura. El desafío de compatibilizar diferentes roles como ser pareja, madre, trabajadora y dueña de casa, podrían desencadenar el estrés en la mujer.
¿Qué es el estrés?
Es la respuesta fisiológica normal y necesaria de supervivencia del organismo frente a cambios que significan una reestructuración y adaptación. Puede ser considerado positivo en tanto contribuye a enfrentar eficientemente el embarazo, proporcionando fuerzas para los desafíos y los cambios que el embarazo significa. Sin embargo, cuando el estrés alcanza niveles elevados, puede tener efectos negativos para la madre y su bebé.
¿Por qué se produce estrés en el embarazo?
Nace producto de la vulnerabilidad que siente la mujer durante este período, desencadenada por diferentes temores, como a perder su libertad, postergar sus intereses, no cumplir adecuadamente el rol materno, modificar negativa e irreversiblemente su imagen física, por el estado de salud de su hijo, entre otros.
¿Cómo se manifiesta el estrés durante el embarazo?
Es posible identificar síntomas y características propios en cada etapa del embarazo, los que son variaciones del ánimo, normales y esperables:
Primer trimestre: ambivalencia afectiva, los sentimientos encontrados la desconcertarán y angustiarán. Es común que presente temor a pérdidas, mayor cansancio y disminución del deseo sexual.
Segundo trimestre: período de mayor tranquilidad y positivismo, la madre focaliza su atención en la maternidad, experimenta sentimientos de protección hacia su hijo, lo imagina y sueña. Aparecen temores relacionados con la salud del bebé, desencadenados por el inicio de movimientos más marcados de éste.
Tercer trimestre: aparecen temores asociados al parto, en ocasiones puede padecer alteraciones del sueño y elevada ansiedad asociada al miedo, al dolor y la capacidad para enfrentar físicamente la situación. Incertidumbre sobre el futuro cuidado del bebé.
¿Cuándo el estrés se convierte en una enfermedad de preocupación?
Cuando los síntomas y características esperadas se encuentran exacerbadas afectando el bienestar de la madre y su bebé.
Se puede identificar por la aparición de conflictos en relación a la autoestima. En el corto plazo se caracteriza por fatiga, sueño, ansiedad, poco o demasiado apetito, dolores de cabeza y de espalda. Las reacciones depresivas, por desgano, desmotivación y tristeza persistente, alteración de la concentración, atención y rendimiento, estados de ansiedad, irritabilidad, problemas para dormir, entre otros.
¿El estrés en la mujer puede afectar al desarrollo del bebé?
Se pueden identificar diferentes efectos del estrés excesivo, entre ellos un menor crecimiento neonatal, bajo peso, riesgos de parto prematuro y mayor probabilidad de que la madre sufra infecciones.
Asimismo, durante la gestación el bebé percibe el estado de su madre, en su condición de feto capta las emociones a través de la circulación de hormonas en el torrente sanguíneo, cuando la madre tiene momentos de satisfacción, alegría y bienestar, las hormonas que circulan son las del placer, y cuando está tensa y angustiada, se impresiona, se asusta o se disgusta, circulan las hormonas del estrés.
¿Cuáles son los efectos del estrés en el parto?
La madre que presenta elevados niveles de estrés durante el parto, tendrá más dificultades durante el trabajo de parto, le costará relajarse, las contracciones se hacen inmanejables y la dilatación se dificulta.
Luego del parto, el estado de tensión y estrés dificultará que la madre pueda comprender las demandas de su hijo, no podrá satisfacer sus requerimientos básicos eficientemente y darle la seguridad que necesitará.
¿Cómo se puede tratar el estrés durante el embarazo?
Algunos consejos para llevar de mejor manera este trastorno y evitar el estrés y ansiedad son:
-Se sugiere a la madre contar con un apoyo estable y conversar sobre sus temores y dudas.
-Cuidar la nutrición, realizar actividad física regular, dormir bien, evitar el alcohol, los cigarrillos y las drogas, lo cual contribuirá a su estado de bienestar.
-Optar por técnicas de reducción del estrés como la meditación, yoga e imaginación guiada.
-Recurrir al apoyo de especialistas. El tratamiento farmacológico sólo se prescribe en casos específicos en que las sugerencias señaladas no son eficientes o se presentan patologías más graves como la depresión.
Centro Integral de Preparación para el Parto
Patricia Rodríguez de Vodanovic
Lic. en Educación Física, Kinesiología y Fisioterapia
MP 5215
rodriguezpatriciac@hotmail.com
Asesoría: Paola Carrillo, psicóloga de Avansalud