“Fue el mejor show del año y sólo vinieron 350 personas”, se escuchó decir por los pasillos del Teatro Verdi, el sábado por la noche, mientras Aníbal Pachano y su compañía deslumbraban arriba del escenario, en un verdadero derroche de talento, color y movimiento.
“Smail” fue montado por primera vez en nuestra ciudad, con todo el despliegue propio de un espectáculo diverso, dinámico y entretenido. La sapiencia, experiencia y destreza de Pachano para coronar una plataforma de coreografías inspiradas en el music hall, la danza contemporánea y el jazz lograron pergeñar un show que se desplaza de los golpes de efecto revisteriles (nada de procacidades o libretos pueriles) y de figuras de marquesinas, salvo el propio dueño de la galera y su hija. Uno de los pasajes más aplaudidos fue un revival de los “Botton Tap” que, según adelantó, podría regresar con dicho espectáculo.