La polémica por la designación de los concejales de la minoría en la Junta Electoral, que supervisará las elecciones en los centros vecinales, tuvo ayer una nueva vuelta de tuerca.
En el primer día hábil de la semana, los ediles de los cuatro bloques minoritarios se reunieron para definir que no enviarán al cuerpo un remplazo para el representante del radicalismo Carlos Gagliano, quien renunció a ocupar el espacio por entender que a la hora de las designaciones se procedió en forma arbitraria.
La polémica comenzó la semana pasada cuando el presidente del Concejo Deliberante nombró para integrar la junta al legislador Ricardo Pereyra del bloque escindido del Partido Villamariense, sin tomar en cuenta a Darío Capitani que había sido propuesto por las bancadas del Partido Villamariense y del radicalismo.
La reacción de los referentes de la UCR Nora Landart y Carlos Gagliano y la del propio Capitani no se hizo esperar y el pasado viernes en una conferencia de prensa (publicada en nuestra edición del sábado) anunciaron la dimisión de Gagliano y apuntaron al proceder del presidente del Concejo José Escamilla.
Tras la definición de Gagliano de no participar de la Junta, Escamilla notificó a la minoría para que designaron un remplazante.
Precisamente, ese punto fue el disparador del encuentro que tuvo lugar en la mañana de ayer.
Alrededor de la mesa estuvieron los cinco referentes de la minoría: Landart, Gagliano, Capitani, Pereyra y Georgina Etchegaray.
Pereyra defendió su designación, el radicalismo y el PV ratificaron su postura de no concurrir y Etchegaray resolvió “que en esas condiciones no iba a participar”.
Lo resuelto por la mayoría de los legisladores quedó escrito en un acta firmado por todos los presentes indicando que “no designarán un nuevo concejal para integrar la Junta Electoral Municipal hasta tanto se deje sin efecto el Decreto 1.003 del Ejecutivo, mediante el cual se nombró a Ricardo Pereyra”.
Entre los fundamentos de la medida resaltaron “la obligación de defender irrestrictamente los principios democráticos y no dejar un precedente que legitime en el futuro la violación de los derechos de las minorías legítimamente electa”.
“La nominación de Ricardo Pereyra, es el producto de un procedimiento viciado de falta de legalidad, por haber sido el mismo presidente del Concejo, quién haciendo uso de facultades no conferidas por la Ordenanza 5.005, ni la Carta Orgánica Municipal, designó arbitrariamente a un concejal, no electo por la mayoría de los concejales de la oposición”, señalaron.
Por otra parte, en un comunicado emitido por Landart, Gagliano y Capitani expresaron que “desestiman las manifestaciones del concejal Pereyra, quien afirma que la representación debe ser entendida por bloques, porque en los ámbitos democráticos, y en particular el legislativo, la representación es uninominal, es decir los votos se cuentan uno por uno, tanto para las mayorías como minorías”.