La escasez de pruebas testimoniales obrantes en el expediente llevaron al fiscal Francisco Márquez y a la abogada defensora Karina Bruno a requerir el comparendo de nuevos testigos en el juicio que se le sigue a Daniel José Chillón (37) por la muerte de su concubina, Rosana Canelo (39).
En principio, todo parecía indicar que durante la jornada de ayer -segunda del proceso oral y público que se lleva a cabo en la Cámara del Crimen de Villa María- se receptarían tres testimonios, para luego dar paso a los alegatos y la sentencia.
Sin embargo, tanto el Ministerio Público como la Defensa solicitaron que se incorporen como prueba nueva las declaraciones de otras cuatro personas y se cite a un testigo que ya compareció durante la instrucción de la causa.
Se trata de los propietarios del complejo de departamentos de barrio Mariano Moreno donde la madrugada del 29 de abril de 2011 se produjo el homicidio; un bombero y una médica, ambos integrantes del servicio de emergencia E-100, y un amigo de la víctima.
Así, el próximo lunes, a partir de las 8.30, deberán presentarse en el quinto piso de Tribunales los dueños del inmueble sito en calle Lanín 246, Adrián Verderone y su esposa, de apellido Molina; un bombero que intervino en el rescate de Canelo; la médica que lo acompañaba en la ambulancia, Sandra Gil, y un hombre apellidado Romero, allegado a la mujer que fue apuñalada pro Chillón.
Ayer, en tanto, comparecieron otro miembro del Cuerpo de Bomberos Voluntarios local, un efectivo de la Unidad Departamental de Policía y la hermana de Canelo.
El bombero Juan José Ceballos fue quien, encontrándose en la Guardia del cuartel de calle General Paz, recibió el llamado telefónico de Chillón, a través del cual pidió el auxilio de una dotación para que asistiera a su concubina. Al declarar en la sala, el servidor público hizo referencia a la conversación que mantuvo con el homicida.
También declaró en la víspera el cabo Daniel Ayala, el primer policía que llegó al lugar del hecho y encontró a Canelo arrodillada en la esquina de 12 de Octubre y Providencia (a una cuadra y media del departamento donde se produjo la sangrienta pelea). El uniformado refirió que la mujer estaba lúcida, aunque nada le dijo sobre el violento episodio.
Por su parte, Silvina Canelo declaró en relación a la personalidad de Chillón y, entre otros conceptos, afirmó que “aunque nunca le pegó a mi hermana, era un hombre muy celoso y posesivo”. Su comparendo giró alrededor de la personalidad del acusado y dijo que él controlaba constantemente a la víctima.
La segunda audiencia de debate comenzó pasadas las 10 a raíz de un pequeño problema de salud que sufrió el presidente del tribunal, René Gandarillas, no obstante lo cual se desarrolló con absoluta normalidad.
Cabe recordar que Rosana Canelo falleció en horas de la madrugada del 4 de mayo del año pasado, es decir, cinco días después de recibir una letal puñalada en la región abdominal. Durante ese lapso estuvo internada en la Unidad de Terapia Intensiva del Hospital Regional Pasteur, nosocomio donde la intervinieron quirúrgicamente la misma noche del sangriento episodio a raíz de la gravísima lesión que presentaba.
Durante esos cinco días de agonía, la mujer no pudo declarar en relación al hecho ya que siempre estuvo en coma farmacológico y en estado crítico.
El jueves, al iniciarse el proceso oral, Chillón contó “su” verdad y dijo que tras una discusión por cuestiones propias de la convivencia, le arrojó una silla, ella reaccionó atacándolo con un cuchillo y él repelió la agresión empuñando una cuchilla de cocina que lesionó mortalmente a Canelo en el abdomen.