La planta de bioetanol que entrará en funcionamiento en enero de 2014 no es la única experiencia en producción de combustibles tipo renovables, ya que en el año 2005 veinte productores de la zona de Jovita armaron una cooperativa con la idea de construir una planta de biodiésel para autoconsumo.

 “La producción era en base a colza, con la idea de hacer una siembra de contraestación respecto a la soja, es decir, para no quitarle producción al campo y de este modo se producía combustible para la producción anual del campo”, explicó Juan Manuel Rossi (integrante de la Cooperativa y representante de Federación Agraria Argentina).

En la actualidad, la planta de biodiésel continúa funcionando. Respecto a cómo fue el desarrollo de la actividad durante los años anteriores, Rossi contó que “en  aquel momento no había ningún parámetro de cómo debían ser las plantas, no había definiciones claras desde la Secretaría de Energía de la Nación. Sin embargo, después lo que posibilitó la Ley de Biocombustibles (sancionada en abril de 2006) fue muy bueno, porque tenía muchos puntos favorables para el desarrollo de la producción del biodiésel en plantas chicas, donde la legislación daba cinco años para lograr la situación óptima, pero el Gobierno se quedó y no promovió la instalación de este tipo de plantas”.

 

Acompañamiento del INTI

 

Consultado, sobre los nuevos desafíos para la planta de biodiésel de la Cooperativa de Jovita, comentó acerca de la compra una planta de alimentos balanceados para seguir avanzando en la cadena de valor. También desde la Cooperativa han surgido otros proyectos, como uno dedicado a la producción de cerdos. “Creemos que la cadena de valor es el camino para el productor de hoy y de las generaciones que lo continúan, porque antes -en los 90 y en los primeros años de 2000- las metas del productor eran aumentar la producción, pero hoy el camino está en el valor agregado”, resaltó.

Asimismo, en relación a la realidad nacional en la producción de biodiésel de pequeñas plantas, destacó que hay un acompañamiento por parte del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI). “En la actualidad hay unas 80 ó 90 plantas de biodiésel y las complicaciones se ven por la baja de los precios, ya que las grandes empresas aceiteras producen pellets y lo destinan al mercado interno”, indicó Rossi.

Por último, consultado acerca de su opinión sobre la construcción de la planta de etanol en Villa María, el productor de Jovita afirmó que “el caso de la planta de Villa María es otra cosa, porque es una planta de bioetanol a escala mayor, con una producción que tiene otros destinos; asimismo, vamos a estar en competencia en la producción de alimentos para nutrición animal”.