De matrimonios y blasfemias
El “sacramento del matrimonio” de un clérigo en Córdoba es un título inverosímil y hasta casi blasfemo antes del Concilio Vaticano II de medio siglo atrás.
Pero todavía aparecen notas antijurídicas y anticristianas por determinación exclusiva del Papa Benedicto XVI, en contra de la apertura misericordiosa del Papa Juan XXIII.
En efecto: al sacerdote Adrián Vitali le otorgó “graciosamente” la dispensa del celibato clerical para poder formar una familia cristiana.
Pero el peticionante siguiendo las normas canónicas exigidas por el mismo Papa, tuvo que esperar más de “diez años”… viviendo separado del ministerio sacerdotal, en práctica “canónicamente concubinaria” es decir, en “pecado mortal”… y teniendo dos hijos “sacrílegos” según las normas del actual Papa.
¿Puede esta conducta papal ser calificada de cristiana? ¿No corresponde teológicamente incurrir en grave pecado por tal prolongada demora pudiendo… ¿y debiendo conceder la solicitud canónicamente presentada? ¿Dónde está la verdadera culpa?
El Papa por determinación de Cristo debe tratar a sus súbditos con justicia, con misericordia, con amor.
Si el oficio del Papa fuera el del inquisidor, habría que recordarle al menos aquella sentencia que habrá aprendido leyendo la historia de los griegos: “Pega… pero escucha”.
El tirano, en su mente enfermiza disfruta del sometimiento de su esclavo.
Presbítero José Amado Aguirre
Repudio
La Federación Argentina de Cooperativas de Trabajadores Autogestionados (FACTA) reproduce el comunicado de prensa de FOPAL, repudia y condena el asesinato de Miguel Galván, militante del Mocase Vía Campesina de Santiago del Estero.
"El pasado 10 de octubre, grupos paramilitares vinculados a la empresa agropecuaria La Paz SA asesinaron al compañero campesino Miguel Galván, en un intento por amedrentar y expulsar a comunidades indígenas para plantar soja y cereales en sus territorios.
Desde la Federación de Organizaciones Productoras de Alimentos (FOPAL), nos solidarizamos con la lucha del Movimiento Campesino Santiago del Estero (Mocase) Vía Campesina, y denunciamos a las empresas sojeras que quieren imponer a sangre un modelo de agronegocios. Este crimen se suma al de Cristian Ferreyra, otro campesino asesinado el año pasado por grupos amparados por terratenientes.
Miguel (40 años) pertenecía al Mocase y defendía un pedazo de tierra del pueblo Lule Vilela (al límite con Salta). Ese día había ido a la represa cerca de su casa para darle agua a los animales. Ya venía sufriendo amenazas de muerte de parte de patotas armadas, por defender las tierras ante el avance de las empresas sojeras. A las 14 de la tarde, Paulino Riso, un sicario de la empresa salteña La Paz SA, en compañía de otros cómplices, lo apuñaló en la yugular.
Según los pobladores, La Paz es la octava empresa que viene a intentar sacarlos de sus tierras por medio de patotas armadas.
Los pequeños agricultores de la zona son desalojados u obligados a vender sus terrenos a propietarios que pretenden extender la frontera sojera. También denunciaron que los poderes locales miran para otro lado. Desde Fopal, exigimos inmediata investigación de la Justicia y esclarecimiento de este triste episodio que engrosa la lista de muertos por defender sus derechos.