Organizado por el Movimiento Popular de la Igualdad en el Movimiento Evita y auspiciado por el Instituto de Extensión de la Universidad Nacional de Villa María (UNVM) y por la Dirección de Derechos Humanos de la Municipalidad de esta ciudad, ayer el licenciado Pablo Ascolani se presentó en el Rectorado de la UNVM para debatir acerca de la despenalización del consumo de drogas.
Previo a su presentación ante el público que asistió a la charla-debate, Ascolani dialogó con medios locales y al respecto de la temática desarrollada en la jornada de ayer, dejó algunas impresiones sobre el tema:
“Vale la pena hacer la aclaración, porque es una cosa recurrente; siempre aparece la despenalización de la marihuana como hecho, cuando lo que se busca es cambiar la penalización del consumo de todas las sustancias ilegales. La marihuana es la sustancia de uso ilícito más común y, además, se sabe hoy que es mucho menos tóxica que el tabaco y el alcohol y que tiene también algunos usos terapéuticos, pero no es que se la busca despenalizar por eso, sino que se busca despenalizarla porque la prohibición es demostradamente inefectiva para disminuir el narcotráfico y el abuso.
O sea, a un chico que tiene un padecimiento de adicción a la cocaína, por ejemplo, si lo meto preso, lo perjudico. Si él ya tenía un problema con la cocaína, seguramente su paso por la cárcel lo va a dejar mucho peor. La penalización del consumo impide que la persona que está teniendo un problema de adicción pueda acceder a la salud. Por un lado, es inefectivo para disminuir el narcotráfico y el abuso y, por otro lado, le impide a los usuarios de salud acceder a un derecho humano básico como lo es la salud.
Acompañamos la idea de la despenalización, específicamente de la marihuana, que se diferencia de las otras sustancias ilícitas en que puede producirse con facilidad. Esas posibilidades serían, por un lado, el autocultivo de la persona que tenga en su casa un espacio para cultivar marihuana para su consumo personal, que tenga ese derecho conservado, como lo plantea hoy ‘Pepe’ Mujica. Su idea es bien clara y racional; robarle el mercado al narcotráfico, o sea, ofrecer un producto mejor y a mejor precio y se termina al narcotráfico, al menos de cannabis, que es por lo primero que hay que empezar a plantear este cambio de paradigma.
Por otro lado implementar el tema de los clubes sociales de cannabis, un modelo muy interesante que también se esta viendo de implementar en Uruguay, que sería un grupo de personas mayores, previamente consumidoras, que se reúnen para cultivar en conjunto, sin fines de lucro, y repartirse esa producción; algo similar a una cooperativa de cultivo”.
Currículum de Pablo Ascolani
-Miembro de la Asociación Rosarina de Estudios Culturales (AREC).
-Licenciado en Kinesiología y Fisiatría. Jefe de Trabajos Prácticos de la Cátedra de Farmacología en la UNSAM/ IUGR.
-Autor de la tesina de grado “Cannabinoides y síntomas neurológicos: ¿la pieza faltante en la farmacología clínica?”
-Disertante en representación de AREC en las primeras y segundas Audiencias Públicas sobre Políticas de Drogas de la Cámara de Diputados de la Nación (2011/2012).
-Disertante sobre políticas de drogas y derechos humanos y uso terapéutico de los cannabinoides en la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Córdoba, Facultad de Biología de la Universidad de Concepción (Chile), Posgrado en Rehabilitación y Fisioterapia de la Facultad de Medicina de la UNR, Congreso de Salud Mental de las Madres de Plaza de Mayo y otros.
-Autor de numerosos artículos de divulgación científica sobre políticas de drogas, derechos humanos y uso terapéutico de la marihuana y los cannabinoides.