No cambiaría este barrio por ningún otro lugar”, dice Mario Cortez, bisnieto de habitantes del Nicolás Avellaneda.
“Mi bisabuelo vino de España y se instaló acá. Hace 50 años que vivo y realmente es muy lindo, con vecinos buenos, toda gente de trabajo”, dijo el presidente del Club Argentino y director del MuniCerca Nº 1, que está instalado en el sector.
“Hoy nos encontramos en un lugar que sigue siendo humilde, pero que tiene todos los servicios. Además, está limpio. Todos los lunes pasa un camión limpiando con gente de la Cooperativa Las Acacias. Y los vecinos saben los días que pasan a recolectar esa basura y responden. A todos nos gusta vivir en un buen lugar”, agregó.
Como nacido y criado en el barrio, tiene recuerdos vívidos de su infancia, la que transcurrió en tiempos “en que no había televisión en todas las casas”. “Jugábamos al carnaval, festejábamos Navidad y Año Nuevo en la calle. La verdad, eran tiempos donde el vicio ni los riesgos no estaban presentes. Eramos más inocentes, más libres que los pibes de hoy”, agregó.
Obviamente que no todo era color de rosa. “Yo trabajaba en el Círculo Médico y cuando llovía teníamos que ir con los zapatos en la mano hasta la ruta pesada a tomar el 8, porque era todo barro”.
Contaban con el servicio de electricidad “y nada más”. “No había agua ni cloacas. Me acuerdo de un tío que nos hacía ir por las tardes a ayudarlo a bombear para extraer el agua para las piletas de los caballos”, rememoró.
La “Carpita”
De los recuerdos de su infancia y juventud tiene presentes las actividades que se realizaban en el Club Villa Carlitos. “Desde el 73 en adelante había un señor que tenía una orquesta. Rubén Reyna se llamaba. El montaba una carpita -así le decían al lugar- que era como la carpa de un circo y hacía bailes populares. Vinieron orquestas importantes, como la de Alberto Castillo”, dijo.
El piso era de mosaicos, toda una garantía para no levantar polvareda y las mesas con sus sillas de chapa.
“Los del club organizaban algunos domingos el vermut. Iba toda la familia”, recordó.
A pocos metros, estaba el bar “La Yerbera”, famoso por las largas reuniones con truco y taba, que lo convertía en el punto de encuentro de los parroquianos del lugar.
“Yo me acuerdo que era chico y el primer televisor que hubo en el barrio fue el de La Yerbera. Mirábamos las peleas de Monzón y eso era motivo para quedarse todo el día”, reseñó.
El otro hito que marcó su infancia fue el de los torneos interbarriales de fútbol. “Se armaban grupos de toda la ciudad. Nuestro clásico rival eran los muchachos de La Rural (Carlos Pellegrini)”.
El Club Argentino
Como presidente del Club Argentino no oculta su orgullo por el desarrollo alcanzado en los dos años que hace que está instalado en el lugar.
Tal como muestran las fotos, se pueden ver las modernas instalaciones que cuentan con una pileta olímpica, 30 asadores, un salón para 200 personas, dos canchas auxiliares de baby, una oficial con tribuna para 600 personas y la que están construyendo, con tribunas para 6.000 espectadores.
“No es fácil. Cuando te llega la boleta de la luz hay que correr para ver cómo se paga. A EPEC no le importa si están jugando 200 chicos al fútbol, te cortan”, dijo, al hablar del esfuerzo que representa sostener un club.
“Igual, estamos orgullosos, porque creemos que si el chico está hoy en la cancha, practicando deporte, no estará mañana expuesto a los vicios, a la droga”, dijo.
En total, entre baby, inferiores, reserva y primera, hay más de 200 personas que practican fútbol en el club. “Vamos a crecer, junto a otras instituciones del barrio, vamos a ponernos a trabajar juntos, como lo hacemos todos los días, para sacar adelante a los que tienen problemas”, aseguró.
Futuro
Cuando se le consulta sobre el futuro que sueña para el barrio, Cortez señala: “Lo más importante para mí es mi familia y mi barrio. Sueño conque todos tengan un trabajo estable, porque la gente de acá, cuando trabaja bien, lo gasta, lo disfruta y es feliz. Mi felicidad es la felicidad de mis vecinos”, concluyó.
Fotografías: 1) Mario Cortez, destacó la labor de sus vecinos. Por eso desarrolla su tarea desde el club, al que ve como un baluarte del crecimiento
2 y 3) Las canchas del club lucen impecables (izquierda), como así también la pileta y el resto de las instalaciones. “Fue acertado instalarnos en un sector popular”, aseveró el presidente del Argentino
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