“El trabajo cooperativo descubre caminos difíciles de encontrar en soledad. En ellos, el miedo compartido es menos miedo, la fuerza compartida es más fuerza y el ser humano es más humano cuando está junto a otro”, aseguran los alumnos y docentes que desde el centro educativo “José Ingenieros”, impulsaron la creación de una cooperativa escolar.
“El proyecto surgió luego de la visita a la Cooperativa de Trabajo Comunicar (editora de EL DIARIO), donde nos explicaron que es una cooperativa, cómo se forma y se crea a partir de una necesidad”, coincidieron en explicar los impulsores del proyecto que se centralizó en el tercer grado de la escuela.
“Siendo interrogados los niños por las personas que guiaban la visita sobre que necesidades había en el aula, surge la idea de crear la cooperativa de tercer grado, para comprar libros”, acotaron las fuentes consultadas por este matutino.
A partir de la inquietud, la idea comenzó a tomar forma concreta y fueron las docentes que moldearon la iniciativa que en su primera etapa presentó estrategias de motivación para los pequeños estudiantes primarios.
Así fue que los chicos, a través de la utilización de medios y materiales didácticos, pudieron adentrarse en el maravilloso universo de los valores cooperativos.
En el tránsito formativo, los incipientes cooperativistas además de investigar sobre la temática y observar vídeos educativos, tomaron contacto con referentes de empresas de economía social locales.
En este sentido, es importante destacar la predisposición puesta de manifiesto por los integrantes de la Cooperativa “7 de Febrero” y la Cooperativa Comunicar y otros asesores, que dispusieron de su tiempo para analizar junto a los niños la viabilidad de organizar un ente cooperativo.
Conocedores de los elementos y de la filosofía que apuntalan las prácticas cooperativas, educandos y educadores, encaminaron sus pasos hacia la concreción de su organización de esfuerzo solidario.
Obviamente y como corresponde, los padres de los chicos también fueron sumados al proyecto que tendría como protagonistas a sus hijos.
Sin pausa y con el rumbo definido, los jóvenes aprendices tuvieron como nueva misión el elegir el nombre de la Cooperativa, además del lema y el logo que los identificaría.
Los debates y las propuestas animadas por los niños finalmente confluyeron y como resultado la organización fue bautizada como “22 de Junio”.
El toque final y definitorio a la propuesta fue, sin dudas la elección de delegados representantes de cada grado a través de comicios generales (incluyendo urnas, cuarto oscuro y documentos especiales de los votantes), la asamblea constitutiva (donde los cooperativistas aprobaron el Estatuto) y la elección del Consejo de Administración.
“Si uno no puede, juntos podemos”, reza el lema que orienta la actividad de los alumnos del José Ingenieros y que representa de manera cabal el sentir de todos los que vivimos la fantástica experiencia de cooperar.