Se llevó a cabo el X Encuentro Nacional de Estudiantes de Comunicación (ENEC) y II ELAC (Latinoamericano). En tres días a puro debate, charlas y fiestas más de mil estudiantes de varias localidades y otros países vivieron “El Ritmo que lleva el pueblo”. Villa María no faltó.
Comunicación, Soberanía y Democracia. De eso se trató este ENEC - ELAC que se llevó a cabo en Embalse los días sábado, domingo y lunes. En esos tres días se propuso construir las herramientas para afrontar los desafíos que se nos vienen a todos los comunicadores y estudiantes de Comunicación. Como por ejemplo el ya sabido 7 de Diciembre. Como jóvenes se buscó reflexionar acerca de este y otros cambios.
El encuentro tuvo como protagonistas las charlas y los talleres simultáneos. De estos últimos se pueden mencionar el de Periodismo deportivo, Foto periodismo, Comunicación y niñez, Producción artística par radio entre otros. En las charlas personalidades como la Rectora de la UNC, Carolina Scotto, quien abrió el encuentro y varios periodistas de renombre como María Cristina Mata, Edgardo Mocca, Osvaldo Nemirovsci, Nahum Mirad, María Pía López, Pablo Llonto, Claudia Villamayor, Dante Leguizamón y Omar Rincón de Colombia, entre otros.
La necesidad de formar nuevos medios de comunicación, la discusión y los debates con compañeros de toda Latinoamérica, la soberanía del pueblo que la da la verdad, la democracia que está a salvo sin monopolios de comunicación, fueron los ejes de varias de las charlas. El futuro de la comunicación y la comunicación para el futuro, tuvo su eje en la batalla cultural que hay que librar para el próximo 7 de diciembre, para que se aplique la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.
Entre tantas charlas y con el slogan de fondo, tal vez Omar Rincón fue el que definió a la perfección lo que se planteó en este ENEC. “Hacer comunicación es bailar como el pueblo” comentó. Y allí nos dimos cuenta de que sin el ritmo, sin el baile, sin la alegría estamos muertos. Que se aprende más con el corazón que con la cabeza y que por eso para lograr una mejor comunicación, hay que sentirla. Como dijo Tomás Eloy Martinez, "Ser periodista significa ponerse en el lugar del otro, comprender lo otro. Y, a veces, también ser otro".
Estudiantes del Inescer también llevaron sus ganas y sus planteos a Embalse. Cerca de veinte estudiantes se hicieron sentir y experimentaron esta vivencia que merece ser contada. Para eso, le pedimos a uno de ellos que nos diera su parecer y así Bruno Schiavi definió el encuentro:
“El hecho de sentarse con otras culturas, con otras realidades nos permite reconocernos, y admirarnos o sorprendernos. Nos permite también, saber lo bueno del otro, imitar, entender y saber de contextos, de situaciones, de momentos. Nos permite comprender las políticas que nos rigen, los grupos que nos dominan, las voces que se acallan y las otras que resurgen. Se fue un nuevo ENEC y un nuevo ELAC. El del Ritmo que lleva el Pueblo, el Pueblo Latinoamericano, que nos ve crecer, que nos ve luchar. Que nos ve entregarnos por una causa, por un motivo, el de vivir y luchar”, aseguró.
Además este estudiante comentó: “Sobre la participación villamariense, considero necesaria la idea de sumar a más compañeros para las próximas oportunidades porque son estas las ocasiones de participar e involucrarse. Acerca de los que fuimos, una nota destacada para el grupo, que se incluyó, promoviendo ideas y debate, con su cuota de reflexión necesaria. Un comunicador es un sujeto en acción social, por lo tanto, debe formarse en contacto con los otros y ¿qué otra oportunidad más que esta?”
“Las luces de un nuevo ENEC se apagaron, pero no se apagó la pasión que le da vida. Se bajó el telón de una nueva función que nos vio partícipes una vez más a cientos de jóvenes con ganas de cambiar el mundo. Y alimentarlo y crear y dar herramientas transformadoras de la realidad. Cientos de chicos que viven por lo que hacen y por lo que sueñan. Que son capaces de dedicarle horas a esos sueños y luchar en búsqueda de sus objetivos. Se fue un nuevo encuentro, el décimo argentino, el segundo latinoamericano. Cientos de almas vivieron durante tres días aquello que llamamos ‘pasión’. Pudieron sentirse jugando a dar lucha. Pudieron compartir vidas y sueños. Pudieron alcanzar eso tan dichoso que se llama interculturalidad. Porque aquí no somos diferentes, o sí tal vez. Si no somos diferentes, ¿cómo podría ser?”. Nunca mejor dicho Bruno.
Juan José Coronell