Todos los locales de espectáculos públicos que desarrollen su tarea en Villa Nueva deberán exhibir, de manera visible y al frente de sus lugares de acceso, los requisitos que exigen para el ingreso. Si no hay requisitos establecidos públicamente, entonces el acceso será libre.
Ese es uno de los puntos de la nueva ordenanza de espectáculos públicos, que sancionaron por unanimidad en la sesión legislativa de anteanoche los concejales villanovenses. Y así se hicieron eco de las numerosas versiones que corrieron a lo largo de todo el año respecto a la discriminación que existiría en la puerta de uno de los boliches de la ciudad, quizás el más concurrido de toda la zona.
EL DIARIO ya había anunciado en su oportunidad que la juecista Magalí Castro quería que se fije por ordenanza ese ítem. Ahora, cuando todo el cuerpo legislativo consensuó las nuevas disposiciones, apareció esta exigencia.
Los legisladores determinaron que “cuando la carga ocupacional de personas se haya completado deberá exhibirse un letrero de dimensiones mínimas de 30 centímetros de ancho por 40 centímetros de alto comunicando la imposibilidad de cualquier persona de acceder al local por encontrarse colmada la capacidad”.
Además, los requisitos para entrar a los locales “nunca deberán impedir, obstruir, restringir o menoscabar el pleno ejercicio de los derechos y garantías fundamentales, reconocidos en la Constitución Nacional, considerándose actos discriminatorios los determinados por motivos de raza, etnia, religión, nacionalidad, caracteres físicos -biológicos, ideología, sexo y/o posición social”.
Además es obligatorio que adapten las cuestiones edilicias para la accesibilidad de discapacitados motores.
Anteanoche, cuando los siete ediles (la totalidad del cuerpo parlamentario) levantaron la mano para avalar la ordenanza, no se habló sobre las condiciones de admisión sino de otros puntos de la norma, pero están fijadas en el título XI del cuerpo legal aprobado.
Los puntos centrales
Por lo demás, la nueva norma sancionada y que ahora será promulgada por el intendente Guillermo Cavagnero, blanqueó aspectos que ya habían sido adelantados en exclusiva por este medio.
Así, todos los locales deberán exhibir para su venta preservativos de marcas reconocidas y autorizadas. De esta forma los legisladores atienden la preocupación por la falta de cuidado de los jóvenes a la hora de mantener relaciones sexuales.
En cuanto al alcohol, todos deberán cerrar la barra de expendio de esas bebidas media hora antes del cierre. La intención es que abandonen las confiterías en mejor estado. Los menores de 18 años nunca podrán comprar bebidas alcohólicas.
En tanto, cada puerta de ingreso tiene que contar con un instrumento de conteo de personas y un detector de metales. Y los menores deberán utilizar pulseras identificatorias.
Los propietarios de los negocios tendrán que garantizar la seguridad personal de los concurrentes y del entorno externo, “garantizando la tranquilidad y seguridad de los vecinos colindantes al local, cubriendo un radio de 200 metros, tomando como referencia el ingreso principal del local”. Hasta ahora era cien metros.
Los establecimientos de espectáculos públicos podrán localizarse en predios donde, “de existir residentes linderos, la totalidad de los mismos manifiesten su consentimiento expreso y cuando no exista oposición expresa del 75% o más de los vecinos propietarios de inmuebles que se encuentren dentro de los 150 metros lineales a ambos lados, frente y contrafrente de los deslindes parcelarios al local”.
Se considerará, a tal fin, un voto por parcela o por inmueble, debiendo acreditarse la residencia.
La palabra de los ediles
En su tratamiento en el recinto, Magalí Castro recalcó que los cambios dispuestos en la norma “llevan a la prevención y no a la penalización”, mientras que la presidenta del Concejo Deliberante, Graciela Isaguirre, valoró que “trabajó todo el cuerpo legislativo en su totalidad” y llamó a hacerlo siempre “con la misma modalidad y compromiso”.