A pura felicidad. Así empezó y finalizó el jueves en La Carlota. Después de un desarrollo repleto de emociones y que contó con actuaciones sobresalientes de los arqueros, de un golazo impresionante y de una interminable como infartante definición desde los 12 pasos, los selecciones villamarienses efectuaron otra gran paso en la lejana localidad y en el marco del Torneo Provincial de selecciones Sub 15 y Sub 17.

  Al vencer en sendos cotejos a Laboulaye, 1 a 0 en la Sub 15 y por penales (4-3 tras igualar sin goles) en Sub 17, ambos seleccionados clasificaron a las semifinales del torneo que organiza la Federación Cordobesa y ahora quedaron en la expectante espera de ir a pelear el título en Embalse.

  De esta manera, cuando parecía que otra vez la lluvia iba a impedir que puedan jugar de una vez por todas los duelos de cuartos de final, igual la terna arbitral y la gran respuesta del campo de juego de Central Argentino de La Carlota optó por jugar y todo fue como soñaron los diferentes chicos de los seleccionados locales y sus correspondientes cuerpos técnicos.

 

Sub 15

 

  Con un tremendo golazo de Joan Villagra y las magníficas atajadas del arquero Enzo Costamagna. Así fue que, dentro de un cotejo muy difícil, teniendo en cuenta el complicadísimo campo de juego y la lluvia constante, los chicos de la Sub 15 villamariense vencieron por 1-0 a su par de Laboulaye y se metieron en semifinales.

  El trámite, en general, mostró una buena predisposición de sendos elencos para tratar de darles buenos destinos al balón, pese a las condiciones de una cancha que, más allá del agua, demostró estar muy bien cuidada. Aunque fue Laboulaye el más incisivo, principalmente en el complemento, los chicos locales acertaron en su peor momento del partido con un golazo del juvenil Joan Villagra, quien a los 10 minutos del segundo tiempo sacó un remate de más de 40 metros que se metió por detrás del arquero rival. 

  El gran acierto en el arco rival terminó siendo vital para la posterior victoria de la Liga local.

  La mejor impresión del elenco de Conti se dio en el arranque del partido, con las corridas de Perossi por derecha y alguna que otra opción de gol que contó Maximiliano Tóffolo. Aunque, en el desarrollo general, al no poder hacer pie sus jugadores más desequilibrantes, fue clave el aporte de su última línea, que mostró notable seguridad y, principalmente, con las intervenciones determinantes de Costamagna, quien le negó al rival al menos cuatro oportunidades con brillantes atajadas.

  De esta manera, con el esfuerzo de todos sus jugadores y con alguna que otra réplica sin la terminación deseada, los pibes villamarienses celebraron a pura euforia la victoria y el acceso a semifinales, dando un paso más para el objetivo de pelear por el título. Por eso, en plena cancha de Central Argentino de La Carlota se visualizó la felicidad de los chicos que cerraron el festejo en los vestuarios, al grito “volvemos a Embalse”.

 

Sub 17

 

  Después llegó el turno de la felicidad del Sub 17 que, en una infartante serie de penales, también obtuvo la victoria y el pasaje a semifinales. En dicha serie, donde se erró igual que lo que se convirtió, el arquero Michael Becco fue el principal protagonista, al anotar el penal decisivo para desatar toda la algarabía, celebración, junto al alambrado y ante los familiares que viajaron a ver a sus hijos.

El final desde los 12 pasos le dio un marco emotivo y sensacional a la cuestión, teniendo en cuenta que en el partido hubo muy poco para resaltar. 

  En un campo de juego prácticamente imposible, los dirigidos por Zucotti sobrepasaron correctamente los minutos de apuro que le propinó el rival y, en la continuidad, se ordenó en el campo y empezó a nivelar el control del juego. No obstante, las muy buenas labores defensivas de sendos equipos, ayudado además a que se atacaba con poca gente, impidió que se vean ocasiones de real peligro, más allá de alguna que otra aproximación.   

  A excepción de dos cabezazos por bando, que fue lo más peligroso que se vio en el complemento, en el resto del juego el cotejo se desarrolló en el mediocampo y por ende las acciones en los arcos no tenían la peligrosidad necesaria para incomodar a los porteros. 

  De esta manera, por decantación, el cotejo se definió en los penales, donde el festejo fue nuevamente villamariense.