Escribe: Gustavo Ferradans
Fueron casi dos horas hablando de todo. Historias, anécdotas, sobre el tenis de ayer y hoy, y también de política y de sus hijas. Guillermo Vilas, el hombre que marcó un antes y un después en el tenis argentino, uno de los mejores deportistas argentinos de toda la historia, está en Villa María y ayer se reunió con la prensa.
El bonaerense, radicado desde muy pequeño en Mar del Plata, no ahorró elogios y críticas a la hora de opinar y mostró la humildad que sólo tienen los grandes ante cada pregunta de los periodistas. Contó datos, nombres, fechas, resultados e historias, e hizo un repaso por los distintos momentos de su vida deportiva.
Antes de la presentación formal, se emitió un breve vídeo recorriendo con distintas imágenes de archivo, la historia de este ídolo del tenis mundial, que fue elogiado posteriormente por el mismo Vilas, y hasta le pidió a Alexis Magris (autor del vídeo) una copia para llevarla a “mi museo”.
“Es un placer enorme tener a Guillermo Vilas en nuestro club. Mañana (por hoy) el Sport cumple 85 años y el mejor regalo que nos hicimos es tener al número 1 del tenis argentino”, dijo Roberto Castellari, presidente del club y de la Federación Cordobesa de Tenis, al inicio de una conferencia intensa, llena de matices e histórica.
“La primera vez”
“A Córdoba vine en otras oportunidades, pero es la primera vez que vengo a Villa María. En esta provincia jugué varias veces”, contó Vilas y luego agregó que todos los tenistas “copiamos cosas de otros. Thomas Koch era mi ídolo, tenía el pelo largo, usaba vincha. Yo copié esas cosas de él. Copiaba las cosas de los que eran superiores, sobre todo en mis posturas equivocadas. Por ejemplo, yo quería ser como John Wayne, porque tenía la piel bronceada y con arrugas. Me pasaba el día tomando sol. Veo que hice un buen trabajo”, dijo con un toque de humor.
“Siempre recogí cosas para mi museo. Hay recuerdos que no quise tenerlos porque no me gustaron. Este vídeo lo quiero. El año que viene abro mi museo en Tigre y estará allí” contó y luego rememoró: “Recuerdo que la sorpresa más agradable que tuve fue cuando le pedí a mi mamá que me diera un recuerdo de mi infancia para poner en el Museo de Roland Garros. Y mi mamá me dio mi primer sonajero, que curiosamente tenía forma de raqueta. Yo me quedé impresionado. Yo tenía pocos años pero lo recordaba. Quería sacar lo que tenía adentro y que era lo que hacía ruido. Hasta que lo rompí y el sonajero dejó de hacer ruido. Uno en la vida tiene que guardar esas cosas. Recuerdo que aquel sonajero fue el gran éxito de ese museo”.
La Copa Davis
“Alguno seguro me va a preguntar por qué no soy capitán de Copa Davis. Pasa que yo soy tenista, no soy mago. Antes que las cosas sucedan, hay gente que le gusta postergar. No es mi culpa si hice muchas cosas”, opinó.
“El capitán de Copa Davis debe tener un sistema. Una persona tiene que ser capitán una vez, pero acá siguen, entra uno y se queda. La Copa Davis es el lugar para amigarse para poder lograr las cosas. No se gana jugando, sino compartiendo. En la copa manda la pasión. Pasa que el tenis no es un deporte simple. Si yo hubiera sido capitán, ya la hubiéramos ganado, porque veo errores que existen y son fáciles de ver”, opinó.
“Cuando yo jugaba, el que estaba afuera quería que ganara el compañero. Eso no pasa ahora. El tenis tiene tradición códigos que te acercan. La Argentina rompió todos los códigos. Deben pedir perdón y perdonar”, criticó.
Consultado si alguno de los jugadores actuales se le había acercado para pedirle un consejo, como corregir un golpe, o algo por el estilo, Vilas dijo : “¿Jugadores gordos o altos? (bromeó); ninguno se acercó a preguntarme nada. Me alegra que no me pregunten porque se ve que son sabios y no necesitan preguntar nada”, criticó por elevación.
Ayer y hoy
En una comparación del tenis de ayer, con el actual, opinó que “hoy los jugadores no tienen ritos. La gente que pierde el pasado, no tiene presente. El tío de Nadal conoce de esas cosas. Y se las transmite. Con Jimmy Connors hablábamos de esto siempre y él me dijo: “Estamos nosotros y los otros” y es verdad”.
“El tenis es de una grandísima soledad. Cuando uno llega a jugar en un estado nota que el fondo está más lejos que en una cancha del club. Ese día uno se recibe de jugador. Por eso los campeones tienen otra medida”, opinó.
“Me gusta escribir”
“Yo siempre fui un preguntón. Y escribo mucho. Ahora con este invento fantástico que es el IPad, me ayuda un montón. Admiro a Steve Jobs. Era un genio obsesivo, inventó el mejor buscador. Yo voy a todos lados con mi aparato y escribo cosas y guardo. Me llevo muy bien con la tecnología. Antes cuando viajaba, para duplicar los datos usaba el carbónico, para no perderlos. Sigo guardando papeles, cosas y recuerdos. En todos ellos tengo datos, recuerdos, proyectos y cosas que me sirven. Yo siempre le pregunto a la gente que sabe más que yo. No me molesta preguntar” y siempre anoto” comentó el ídolo.
Poesía y música
“Yo soy hippie. Crecí escuchando la música de Woodstock. Tuve la suerte de crecer en esa época. No uso reloj. No sé la hora en la que vivo y tampoco que día es hoy. Antes viajaba todo el tiempo, a mí me gustaba viajar. Ahora hace tres años que no viajo. Hoy mi vida es no cambiar”, comentó
“Yo toqué con Charly, con Pappo, con grandes músicos. Una vez vine a tocar en el Chateau en Córdoba con los Illia kuriaky (NdeR: Dante Spinetta es su ahijado), pero el concierto se canceló. Pero esa etapa me ha dejado sorpresas. Un día en Europa me encontré con un compilado que tenía un tema mío. Con Yannick Noah siempre salíamos de gira. A él lo trataron muy bien. El me decía, a vos te critican “porque en tu país no tiene poesía”.
“Yo soy K”
“Mi papá era frondizista y vi pasar mucha gente por casa. A mí los políticos nunca me dieron bola. Me junté varias veces a comer pizza con Scioli. Me prometió un lugar y todavía estoy esperando que me llamare. Yo me cansé de comer pizzas. Acá hace falta un cambio, a mí me hubiera encantado ocupar un cargo, ser como un ministro de deportes”, comentó.
Consultado sobre su posicionamiento político dijo sin dudarlo “Yo soy K, soy K”, y agregó: “Yo veo a la gente mejor. Veo un Gobierno que hace cosas por la gente. Que le ha cambiado la vida para bien. Busca que la gente pueda tener su casa, que mejore sus cosas y además no se queda en proyectos. Están manejando la vida de la gente para el lado correcto y la gente está teniendo cosas y muestra que quiere vivir mejor. Ha habido una mejoría. Nunca se estuvo mejor que ahora. Si algún día veo que la cosa cambia no apoyaré más este proyecto”.
Sus hijas
“Por mi ritmo de vida, yo sabía que iba a tener hijos tarde. Estoy casado, tengo tres hijas. Una de 7, una de dos años y siete meses y la otra de un año y siete meses. La más grande está empezando a jugar. Y juega bien, pero no sé que va a pasar, es mujer”, ironizó.