El Gobierno de Guillermo Cavagnero pagará, en noviembre y por quinta vez consecutiva los sueldos de los trabajadores municipales con fondos genuinos.
“Esto es inédito. No hay antecedentes en la democracia reciente (desde 1983) en la ciudad”, valoró ayer, en diálogo con EL DIARIO, el secretario de Gobierno, Natalio Graglia.
Por su lado, Sandra Bossa, la titular de Finanzas de la comuna, confirmó que cada mes se necesitan 1.700.000 pesos para hacer frente a los sueldos y cargas sociales. “Si bien es 1.200.000 pesos de bolsillo, es esa la cifra total”, explicó la funcionaria.
Los salarios se están pagando en dos veces: a comienzos de mes la mitad y el resto el día 15.
Esta es, para el Ejecutivo, la señal máxima que dan de que el convenio que firmaron con la Universidad Nacional de Villa María para sanear las cuentas públicas del municipio está dando sus frutos.
Por el momento, no quieren dar a conocer cifras y eso da lugar a la avanzada de la oposición en cuestionar el polémico acuerdo. Como se sabe, la casa de altos estudios villamariense implementa el Profam, un programa de fortalecimientos municipal que, en primera medida, salió a cazar a los muchísimos contribuyentes en mora con el municipio.
Hasta ahora, la Intendencia nunca dio a conocer cifras sobre los niveles de recaudación, pero sin dudas el pago de sueldos de los empleados sin ayuda de la Nación y de la provincia es todo un símbolo de que las cuentas parecen haber tenido un respiro. Desde que asumió Cavagnero, en diciembre de 2007, hubo sucesivos paros porque los salarios se pagaban fuera de tiempo. Esto desapareció en los últimos meses.
“Hay que esperar”
Para Bossa, “no es prudente que se den a conocer números en el corto plazo”. “Es una opinión personal, no la del Gobierno. Es como cuando uno tiene un negocio: espera al menos seis meses para hacer un balance. En este caso es igual. Hay que esperar el paso del tiempo para analizar los resultados y revelarlos públicamente”, considera la secretaria de Economía y Finanzas.
Graglia, en tanto, es más contundente: “El aporte de la UNVM al municipio es altamente valiosísimo”.
La oposición, por su lado, cuestiona que los balances no llegan al Tribunal de Cuentas, que la universidad se queda con un 25% de lo que recaudan mediante su plan y que la tarea de instar a los contribuyentes a cumplir con su obligación de pagar los tributos es un deber del Gobierno y no se debió haber requerido la ayuda de una facultad. Además, reclama porque se le otorgó esta potestad a la UNVM sin respetarse los pasos legales establecidos en la Carta Orgánica.