“Yo siempre lo admiré”. La confesión de Gerónima Rosalía Prado a EL DIARIO cuando estaba por abordar el ascensor que la llevaría desde el primer piso del Palacio Municipal a la planta baja llegó minutos después de que se uniría ante la ley con el primer intendente que tuvo Villa María al retornar la democracia, tras la oscura y nefasta última dictadura militar: el radical Horacio Cabezas.
Ella, escritora y poeta, tiene 75 años. El, hombre respetado y querido por los vecinos de la ciudad y ex mandatario, 90 años. Ayer se encargaron de dejar en claro que para el amor no hay edad.
Fue a las 11 de la mañana en el Salón Blanco del ex Palace Hotel. Afuera el sol pegaba fuerte. Un día luminoso, bien de verano. En el interior de la sala, abundaba la emoción. “Sí, señora”, le dijo Cabezas a la representante del Registro Civil que le preguntó si se comprometía a amar y a respetar a “Geroma” (como la conocen).
“Yo también acepto”, diría ella acto seguido.
Algunos ojos de los familiares, que seguían atentamente la escena, se humedecieron. Y hubo aplausos y alegría.
Dos vidas apasionantes que terminan uniéndose
Cabezas vive un acontecimiento especial a una edad singular. A esta instancia llegó diez años después de haber enviudado: perdió a su gran compañera en 2002.
Abuelo de siete nietos, uno de ellos fue el encargado, ayer, de inmortalizar la boda, ya que trabaja en “Ojo de Pez Producciones”. Junto a su socio, Fernando Cattáneo, Esteban Lepori filmó el casamiento.
Horacio es padre de cuatro mujeres: María Teresa, “Coti”, Maite y Celia.
“El noviazgo comenzó hace cerca de cinco años y nació por frecuentar los mismos lugares. Tienen en gran parte los mismos gustos”, confió su nieto Esteban a este matutino.
Gerónima es divorciada y tiene dos hijos y dos nietos.
Uno de sus herederos es Eduardo García, el presidente del Centro Comercial, Industrial, de Producción y de Servicios de Villa Nueva. “Siento una gran emoción. No es muy normal y común que un hijo participe del casamiento de una madre”, le confesó a este medio.
“Para nosotros es una inmensa alegría y mi deseo es que disfruten de este vínculo”, añadió. Luego, calificó a Cabezas como “un hombre muy noble y muy correcto”.
Aparentemente, no se irían a vivir juntos, pero Eduardo dejó la puerta abierta: “Yo creería que sí, aunque en realidad no lo sé”.
Mabel es la otra hija de la escritora. Y sus nietos son hijos de García: Alejandro y Gino, quienes estuvieron presentes en el Salón Blanco para presenciar un momento más que especial en la vida de la dama.
Tras la ceremonia de enlace, todos los invitados se agolparon en la puerta del ex Palace para aguardar la salida de la pareja.
Una vez que Horacio y Geroma salieron a la calle, de la mano, recibieron una lluvia de arroz, aplausos y abrazos.
Ellos agradecieron la presencia y el “amor con el que nos tratan”.
Confesiones ante las cámaras
Los novios fueron filmados en un vídeo que realizó uno de los nietos de él, Esteban.
Fernando Cattáneo expresó su impacto por la personalidad y el amor del matrimonio: “Ella contó que desde siempre admiró a la pareja que conformó Horacio con su compañera de vida (N. de la R.: Nelly, fallecida en 2002). Y que tenía un gran respeto por ese vínculo y una sana “envidia”. La veía como una relación perfecta. Se emocionó cuando habló del fallecimiento de ella y dijo que detrás de todo gran hombre había una gran mujer (en este caso Nelly)”, develó Fernando a este diario.
“Me llamó la atención cómo valoró aquel vínculo, que para Geroma era radiante y brillante”, agregó.
“La verdad es que estoy emocionada. Yo pensaba que tal vez, por ser personas mayores, se casaban para no convivir sin haber respetado la costumbre de contraer matrimonio previamente, pero ahora me entero que cada uno seguirá residiendo en su respectiva casa. Son divinos y es una historia hermosa”, describió, por su lado, Mónica Fornero, la escritora y secretaria de la Asociación Verdad Real y Justicia para Todos, también presente en la peculiar ceremonia.
La palabra del novio: “Ella congenia mucho conmigo”
Horacio Cabezas es un hombre siempre dispuesto a dialogar con quien se le acerque. También tiene muy buena relación con la prensa.
Ayer, sin perder la amabilidad que lo caracteriza, se lo vio algo incómodo y tímido cuando EL DIARIO lo abordó. “No sé qué decir, no hay mucho para comentar. Siento mucha felicidad”, dijo sonrojado.
Luego, elogió a quien se había convertido en su esposa. “Congenia mucho conmigo y eso me hace muy bien. Es muy parecida a mí”, reveló.
Geroma contó que siempre lo admiró
Para la novia, Horacio Cabezas “es una belleza”. Así lo definió cuando EL DIARIO la abordó una vez concluida la ceremonia que los unió ante la ley.
“Es un hombre cabal y por eso estoy con él. Siempre lo he admirado, totalmente”, declaró la escritora y poeta a este matutino, con una gran sonrisa.
Cuando se le preguntó qué significaba el amor para ella, contestó: “Es el motor que mueve al mundo”.
Además dijo que están “muy felices y muy tranquilos” y que piensa que “el futuro está por verse”. “Tratamos de armarlo y de adornarlo. Hay mucho futuro”, sentenció la dama.