Escribe: GASPAR BACHANINI
En la vecina localidad de Tío Pujio, Hipólito Yrigoyen recibió a Universitario y fue victoria visitante por tres goles a uno. De esta forma, el conjunto que dirige tácticamente Joselito Bernadó está muy cerca de obtener la clasificación, mientras que el local todavía cuenta con grandes chances de clasificar.
Tan sólo dos minutos le bastaron a Universitario para ponerse arriba en el marcador. A partir de ahí, todos los planes y el libreto practicado en la semana por Marcelo Sachetto se derrumbaron por completo. Sí, porque a los 120 segundos de juego Diego Marín, un ex Yrigoyen, aprovechó la escalada de Vicario por derecha y un mal rechazo defensivo para batir la resistencia de Merani que nada pudo hacer.
Sin dudas esto fue shock importante para unos y para otros. Porque el “Rojo”, que ya contaba con las bajas de Diego Gabetta, Andrés Ferrero y Alvaro Nieva, tuvo que seguir renegando cuando a la media hora del primer tiempo Lucas Sachetto dejó la cancha por un supuesto desgarro.
Mientras que la visita, con la ventaja tempranera, comenzó a manejar el ritmo del partido a su gusto. Con la pausa y la claridad que le aportaron Nicolás Rodríguez y Rodrigo Liendo y también con el vértigo impuesto por Vicario, Olmedo y Barbuio, el equipo de Bernadó consiguió el equilibrio perfecto para dejar correr los minutos sin tener que pasar por sobresaltos.
Y encima, cuando se esfumaba la primera mitad, Diego Vicario robó la pelota en la mitad de la cancha y emprendió el recorrido hacia el arco rival, pared con Marín mediante y luego una buena definición al primer palo para decretar el dos a cero e irse con mayor tranquilidad al vestuario.
La segunda mitad pareció traer modificaciones en el juego. Con un par de cambios realizados por "Yosi" Sachetto, el local salió definitivamente a intentar revertir el resultado. La luz de esperanza se encendió a los nueve minutos cuando Fernández fue derribado por Ballatore dentro del área y el árbitro Diego Gallo sentenció la pena máxima y la segunda amarilla para el arquero. A la responsabilidad la tomó Mayco Rodríguez y ejecutó de manera efectiva. Fuerte, arriba y esquinado. Inatajable para el recién ingresado Mellano.
El 1-2 ponía nuevamente en partido al anfitrión, más aún con la ventaja numérica. Sin embargo, no lo supo aprovechar y casi no inquietó más a la defensa rival.
Universitario, por su parte, se las ingenió para cubrir bien los espacios y también para seguir llegando a la zona custodiada por Merani. Y en una de estas ocasiones, Ezequiel Olmedo envió un centro envenenado que terminó en gol en contra de Fonseca después de una confusión con su propio arquero y poner así cifras definitivas.
Durante los minutos restantes pasó realmente muy poco. Con el visitante controlando la situación y con un Yrigoyen casi resignado que nunca supo quebrantar la muralla impuesta por la defensa de la “Uni”.
De esta forma, la casa de altos estudios se trajo a Villa María tres puntos realmente importantes para seguir transitando la etapa clasificatoria con tranquilidad. A la vez que Hipólito Yrigoyen, con muchos lesionados, deberá aspirar a conseguir cuatro puntos en tres partidos para mantener el objetivo de la clasificación. Algo que el equipo de Marcelo Sachetto es capaz de lograr teniendo en cuenta la calidad de sus jugadores.
La figura
Muy buena labor de Ezequiel Olmedo en la mitad del campo de juego. Generó ocasiones asistiendo a sus compañeros y cuando tuvo que recuperar lo hizo de la mejor manera. Tambien tuvo un gran partido Diego Vicario, quien además de convertir un gran gol, estuvo preciso en cada una de sus intervenciones.
El árbitro
Regular tarea de Diego Gallo a lo largo de los 90 minutos de juego. Por momentos se tornó muy lenta la dinámica del partido, aunque estuvo acertado en las amonestaciones y en el penal que derivó en la expulsión de Ballatore. No estuvo bien acompañado por sus asistentes Marcelo Mallada y César Díaz, quienes se mostraron dispersos en varias ocasiones.
