Acompañados por sus padres y entrenadores, los pequeños futbolistas disfrutaron, después de innumerables domingos protagonizando inolvidables jornadas, de su noche especial, recibiendo cada uno de los chicos presentes los diplomas y medallas correspondientes que simbolizan su paso por el baby.

Después, en cada uno de ellos, quedarán las vivencias y anécdotas que les permitirán recordar con mucho cariño el haber jugado al baby fútbol y cosechado amigos, los cuales en muchas ocasiones tienen su vigencia en los años. 

La velada tal vez no tuvo el “ruido” y efusividad de otras ediciones, pero sin dudas mostró otra vez esas amplias sonrisas y todo el colorido particular de una jornada de estas características que nuevamente tuvo en ellos, los niños, a los artífices del evento.

Con el salón del Prado Español repleto (hubo más de 500 personas) y un destacadísimo servicio gastronómico de Trossero, proveniente de Morrison (se corrigió, sin dudas, lo acaecido el año pasado), la fiesta dio comienzo en primera instancia con las respectivas bienvenidas a todos los clubes mediante aplausos y algarabía después de que eran nombrados por el locutor Agustín Heredia, oriundo de Ballesteros, quien otra vez le brindó su impronta al acontecimiento y, además, fue reconocido por la Liga de Baby.

A su vez, después de que cada uno de los presentes “se llenó la panza”, llegó el turno de la palabra -tras subir al escenario junto al presidente César Martellono- del vicepresidente de la Liga de Baby, Mauro Beltrami, quien entre otras palabras en referencia a los chicos agasajados, destacó: “Recuerden con orgullo haber jugado en está Liga de Baby. Seguramente hicieron muchos amigos y ojalá lo sean para toda la vida”. Y agregó: “En el fútbol muy pocos llegan a jugar profesionalmente, por lo que lo más importante es seguir estudiando. No olviden, el estudio y la práctica del deporte van de la mano y forman gente de bien”.

Mientras tanto, luego llegó el turno del primer gran reconocimiento de la noche cuando se le entregó la distinción a la trayectoria a Rubens “Chiche” Echeverría, quien fue uno de los pioneros del fútbol infantil en la ciudad. Dicha plaqueta fue entregada por el actual presidente del Concejo Deliberante de la ciudad, José Escamilla, quien recordó las décadas del 60 y 70, cuando todo empezó a surgir; la presencia del “Chiche” en el club Felipe Gutiérrez y, además, los partidos que se armaban en el “Mar Rojo”.

A continuación, en el escenario se les entregó de manera simbólica la Bandera de la provincia de Córdoba, que gestionó la legisladora Graciela Sánchez, a All Boys, Deportivo América, Deportivo Municipal y Asociación Española, quienes representaron a los clubes de Villa María, Villa Nueva y la región (luego las banderas fueron repartidas al resto de los clubes).

Y entonces llegó el momento de la entrega de los diplomas y medallas y los primeros en recibir dichas distinciones fueron los chicos del Deportivo Argentino, en tanto a continuación fueron acercándose al escenario el resto de los niños de las demás instituciones para recibir los correspondientes pergaminos.

Entremedio, en tanto, se volvió a premiar al “Técnico del año” (el cual es elegido por los mismos entrenadores) y el premio le correspondió al histórico Héctor “Pelusa” Machado (lo recibió el delegado del club ante la ausencia del entrenador) y ya luego entregó las distinciones a los “Clubes del año”.

El elegido, está temporada, tras una votación en la cual participan todos los delegados y la Comisión Directiva, fue el club Sarmiento de nuestra ciudad, escoltado por los clubes Asociación Española (segundo puesto) y All Boys (tercer puesto).

Por último, además de los ya nombrados Escamilla y Sánchez, el evento también contó con la compañía de Walter Torres (presidente del club anfitrión de la velada) y su hijo Juan Pablo Torres (actual tesorero de la Liga mayor y presidente de la Subcomisión de Fútbol del club “Gallego”), los integrantes del Tribunal de Penas de la Liga de Baby y los referentes de los árbitros que domingo a domingo dirigen en el baby, como Gabriel Chiaraviglio y su mujer Patricia Guerrero.

Tampoco se perdió la fiesta el ex jugador de San Lorenzo de Almagro y Belgrano de Córdoba, Javier “Perro” Arbarello, quien acompañó a su hijo Facundo (juega en Gimnasia de Ballesteros), a la vez que estuvo la cobertura de los medios gráficos y radiales que semanalmente informan todo lo que acontece en los respectivos campeonatos.