Alrededor de las 22, Gabriela Cano y Rocío Abraham dieron un avance de lo que será a partir del año próximo las características de una academia de danzas árabes, deleitando a los presentes y dando tiempo a que se fueran acomodando los espectadores de esta edición especial de la Fiesta Nacional del Producto Lácteo. Cuando la bonaerense Elena Portolesi comenzó a desplegar un variado repertorio que fue desde lo melódico a subir un tanto el ritmo, el salón ya estuvo a pleno.
El villamariense Fabricio Rodríguez se abrió paso con su armónica y “Fama, fortuna y poder” (de Peteco Carabajal), que le da nombre a su último disco.
Con “Por qué te vas” (de José Luis Perales - versión Ataque 77), ganó los primeros aplausos y logró uno de los momentos cúlmines con el tango “9 de Julio” y “Taquito militar”, mechando canciones propias, chacareras, zambas y cerrando tras el llamado de público, con la versionada “Quién se ha tomado todo el vino” (Carlos Jiménez) y “Sólo le pido a Dios” (León Gieco). Rodríguez logró arrancar la espontaneidad y ovaciones de un auditorio más bien tímido y exigente, con talento y una gran banda.
De visitantes
La segunda parte de la noche se caracterizó por la presentación de las candidatas a suceder a Micaela Fornero en el trono y el título de 25º Reina Nacional del Producto Lácteo. Las 16 postulantes hicieron su pasada en traje de baño ante el público y el jurado. Tras ellas, las más de 30 reinas visitantes jerarquizaron el escenario, ya que llegaron desde diversos puntos de la provincia, de Santa Fe y, para destacar, de la 29º Fiesta Nacional de la Madera que se celebra en San Vicente, Misiones. Pero no quedó allí, porque tal como estaba previsto, retornaron al lugar que las consagró las ex reinas de la festividad cabralense.
Muchas dijeron presente, la mayoría; desde la local Fabiana Pereyra, la primera, a las ex reinitas.
Las aspirantes a ocupar el trono hicieron su segunda aparición, esta vez en traje de noche. Y luego la espera, la deliberación de los jurados y las especulaciones del público. El calor y más espera. Entonces los conductores de la velada, Bartolomé Giordano y Sergio Dellamaggiore (destacado por el municipio por su trayectoria ya que puso su voz desde el nacimiento de la fiesta), develaron los misterios de la noche (al menos éste, de esa noche particular, especial).
El anuncio, como siempre, comenzó por la segunda princesa: Paola Simanin, representante del Centro de Transportistas Rurales de General Cabrera; primera princesa María Nina Perotti, quien se presentó por la firma cabralense La Boheme SRL. La 25º Reina Nacional del Producto Lácteo resultó Victoria Eliana Pierige, de Ticino, quien con sus 16 años impuso su belleza de 1,77 metro, ojos claros y una imponente sonrisa. La desbordaron de flores y regalos mientras los familiares y amigos festejaban en las primeras filas.
Las ex reinas se encargaron de traspasar los atributos a las consagradas, acto presidido por la primera, Fabiana Pereyra, y que tuvo emociones y recuerdos que resurgieron entre las luces.
Tercer acto
Los flashes, la alegría de la elección y coronación dieron paso al patio de chacareras y zambas que invita el santiagueño (de Frías) Raly Barrionuevo, que inició el recorrido musical por la popular “La Telesita”, “Un pájaro Canta” (de su autoría), “Hermano Kakuy” (Los Carabajal), para dar un paseo por “Como el sol”, “Mochileros” y “El sol parece lluvia”, de su nuevo disco Radio AM, y regresar a Niña Luna y levantar con ritmo de cumbia y guaracha. Dio paso a su compañero guitarrista Marcelo Gómez (también de Frías) y se acomodó en la batería, volvió a ubicarse al frente de la banda y cerró con “Hasta siempre”.
Pero a esa altura del espectáculo, más de hora y cuarto, debió agregar zambas y chacareras para un patio auditorio acorde a su carisma.
Tiramisú gigante
“La Cooperativa (Agrícola Ganadera de Arroyo Cabral) hizo por primera vez mascarponi, porque lo ideal era hacerlo con el queso que corresponde al tiramisú”, dijo Angélica Beltramino, la chef que junto a dos colaboradores se encargó del desafío de un postre gigante, de alrededor de 200 kilos que se presentó en la tarde del sábado y que se sirvió a los concurrentes al acto de reconocimientos y luego en la entrada al predio de la Fiesta Nacional.
“Hicieron pruebas y después con cada uno, yo probé (de tres, tres veces) nueve, hasta lograr el producto deseado”, añadió. Confió que “un tiramisú de este tamaño lleva 1.300 yemas, media por porción” y que se tuvieron todos lo cuidados (mostrando que se servía sacando de un camión con equipo de frío tras la presentación, y que tuvo sus tres días de reposo. Los asistentes a los eventos le dieron sin dudar el “aprobado”.
LAS FOTOGRAFIAS:
Las bailarinas de danza árabe y Portolesi, las primeras en ser parte de una velada significativa para la Fiesta. Las bellezas consagradas. Fabricio Rodríguez encendió y arrancó la espontaneidad de un público muchas veces difícil. Ovaciones y aplausos para él y el patio de chacarera que se armó con Raly