Una vez que impuso el concepto "outlaw country", Willie Nelson publicó una colección de canciones pop realmente gratificantes, componiendo algunas de las obras más personales de Nashville, una región en América del Norte estrictamente vinculada a este género musical.
En primer lugar, Nelson reunió a su equipo de músicos acompañantes, experimentados e idóneos en estas lídes, e intentó recrear los sonidos de su juventud y las canciones con las que creció escuchando la radio y recurriendo a la música de prestigiosos compositores como Hoagy Carmichael, Irving Berlin y los Gershwins, entre otros. Con la crucial llegada del afamado productor Booker T. Jones, Willie Nelson pasó del pop al folk, del jazz al country, explorando la génesis de la música estadounidense. En definitiva, se podría decir que redescubrió la riqueza que sus raíces le podían proporcionar y por cierto, no tuvo temor en presentarla en todos sus matices. Los recelos iniciales de la discográfica Columbia, se vieron sustituidos inmediatamente por aplausos al momento de conseguir el premio al cantante del año.
El veterano compositor, paralelamente consiguió un Grammy por la mejor interpretación vocal de la canción "Georgia on my mind" (Georgia en mi mente), un clásico que también grabara magistralmente el talentoso Ray Charles.
Cuando Nelson ya había cumplido los 40 años, comenzó a disfrutar del período de mayor éxito de su dilatada trayectoria en la industria musical. Lo realmente valioso, además de lo expuesto, es el hecho de que lo consiguiera con una placa de versiones, que lo convirtió en algo aún mas valioso.
El long play salió al mercado con el nombre de “Stardust” (Polvo de estrellas), publicado en junio de 1978 y vendió 5 millones de copias, una verdadera conquista para un mercado que como el americano, siempre fue demasiado exigente.
Cantidad y variedad musical
Es posible afirmar que la década del 70 acogió una mayor cantidad y variedad de música que ninguna otra, anterior o posterior. Ciertamente, la evolución de la misma durante este lapso, tuvo como resultado una amplia variedad de sonidos diferentes.
Fue un período en que un disco podía ir trepando en las listas y conseguir una amplia base de aficionados.
Realmente, tras tenerlo todo en cuenta, la década citada fue de hecho una época de oro para la música popular en todas sus formas.
Hasta la próxima...
Atilio Ghezzi
Especial para EL DIARIO