Los tres integrantes de la familia Alessio que dormían tranquilamente en su casa del bulevar Argentino sin número de James Craik fueron despertados por un fuerte ruido proveniente de la puerta principal.
"Como una explosión", recordaría más tarde la hija del matrimonio, aún conmocionada por lo ocurrido, en diálogo con EL DIARIO.
Eran aproximadamente las 3.30 de ayer.
En la vivienda descansaban el ex legislador provincial por el radicalismo en tres oportunidades y actual propietario de la sala velatoria, Antonio Alessio, de 87 años, su esposa Angélica y su hija Clara, de 49.
Dos, a cara descubierta
Dos sujetos a cara descubierta y armados, "uno con un puñal y el otro con una llave cruz con la que habían intentado romper una reja", contó la víctima, entraron en la casa a oscuras y se dirigieron directamente al dormitorio de Clara.
"A oscuras, me agarraron de los pelos y me golpearon. Sentí un golpe en la espalda y luego me llevaron a la rastra hasta la habitación de mis padres, pero no recuerdo cómo, sólo sé que cuando volví en mí, estaba en el dormitorio de ellos. Allí, me ataron de pies y manos y me amordazaron. Como yo les pedí que no maltrataran a mis padres y que me dejaran cerca de ellos, trajeron una silla y me ubicaron en la puerta de la habitación. A mi padre lo ataron de pies y manos y a mi madre no le hicieron nada", contó la mujer.
Para entonces, ya habían prendido las luces de la casa y todos pudieron verse los rostros. Sólo que uno de ellos era calvo y el otro trigueño.
La mujer no recuerda conocer las caras. "No son de esta comunidad", dijo aunque aclaró que "sin embargo tenían datos sobre nosotros, sobre todo, de mí, pero el dinero se lo pedía a papá. Yo creo que alguien les había pasado algún dato. Incluso en un momento comentaron que se habían equivocado de casa".
Evidentemente, esperaban encontrar mucho más de lo que obtuvieron.
"Se llevaron, más o menos, unos 10 mil pesos, las alhajas (alianzas y anillos) que teníamos puestos, un GPS, mi teléfono celular y zapatillas, por ejemplo. Y se fueron en nuestro auto, Por eso suponemos que no los esperaba nadie", explicó la víctima.
El coche en el que huyeron los asaltantes es un Chevrolet Cruze patente KZR 016.
"A pesar de los golpes sufridos, se puede decir que fue un robo con suerte, porque estamos todos bien. Yo temía, porque mis padres son personas mayores y lo único que quería es que no les pasara nada a ellos. A mi madre ni siquiera la ataron y a mi padre lo ataron tan flojo que pudo desatarse solo y desatarme a mí", contó Clara.
No hay detenidos
La Policía de James Craik se encuentra en plena investigación del caso, siguiendo pistas, aunque por el momento no hay detenidos.
Sin embargo, al cierre de esta edición, desde la Comisaría craikense informaron que apareció abandonado el vehículo de la familia Alessio en Laguna Larga.