Esta es la pregunta que hace la organización Reporteros Sin Fronteras en una presentación ante el ministro de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, Julio Alak. Se refieren a la prisión, sin condena firme, que sufre el periodista Néstor Omar Pasquini, dueño y director de la Radio FM Show de Corral de Bustos.
Recordemos que Pasquini estuvo detenido desde diciembre de 2006 hasta marzo del año siguiente acusado, al igual que otro periodista, de “intento de incendio criminal”, “incitación a la violencia” y “lesiones leves”, en el marco de la causa iniciada por la pueblada que se dio en la mencionada población el 4 de diciembre de 2006.
En esa fecha, alrededor de dos mil personas, al circular la noticia de la violación y asesinato de una niña de 3 años de edad, salieron a expresar su bronca. Es decir, cerca del veinte por ciento de la población salió a protestar. Las cosas terminaron con el incendio del edificio de Tribunales. Hombres de la Justicia cordobesa prometieron juzgar de manera ejemplificadora y el fiscal de Instrucción detuvo preventivamente a más de 40 vecinos, alguno que ni habían estado en el lugar.
La movilización popular logró sacar de la cárcel a todos los detenidos para que pudieran esperar el juicio en libertad. Entre ellos estaba el periodista por el cual se continúa reclamando. Después del mencionado período de detención preventiva y aunque nunca intentó escapar, en junio de 2007, antes de que se realizara el juicio, Pasquini fue nuevamente encarcelado en Villa María. Esa vez, gracias a la intervención de los abogados Cecilia Pérez Correa y Claudio Oroz ante el Tribunal Superior de Justicia, pudo volver a salir de la cárcel.
En setiembre de 2011 la Cámara del Crimen de Bell Ville dictó sentencia en la causa. A Pasquini, igual que al abogado Víctor Barbero, le correspondieron siete años de prisión efectiva. De nuevo el periodista volvió a prisión y, pese a que la sentencia no está firme pues ha sido apelada, el Tribunal Superior rechazó el pedido de excarcelación realizado por su abogado. Evaluando la gravedad del caso, el mismo profesional hizo presentaciones ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Según dice “Reporteros…” en la carta elevada al ministro Alak, la causa judicial revela una “grave disfunción judicial”. Es más, Christophe Deloire, secretario de “Reporteros…”, firmó el texto que en uno de sus párrafos dice: “Como nos lo ha señalado su abogado, los cargos en contra de Néstor Pasquini sólo se basan en tres testimonios que no concuerdan con los más de 200 recopilados por sus defensores. De esos tres testigos, uno retiró sus acusaciones en contra del periodista y los otros dos son funcionarios del Poder Judicial local, a quien Néstor Pasquini mismo había criticado antes de los hechos. Las autoridades judiciales de Corral de Bustos parecieran haber tenido suficientes razones para inculpar a aquel periodista que los acusó de corrupción. Teniendo en cuenta estos antecedentes, el caso de Néstor Pasquini debería haber sido reubicado en otro tribunal para garantizar la imparcialidad en el veredicto. ¿Los hechos violentos del 4 de diciembre de 2006 habrán servido de pretexto a los jueces locales para vengarse de un periodista incómodo? Tenemos suficientes razones para creer que esta hipótesis es la correcta”. Los Reporteros no se quedan en la pregunta, plantean una clara respuesta que lleva la cosa a un terreno más amplio que los trámites judiciales.
Por otra parte, el secretario general de la Central de Trabajadores de la Argentina, Pablo Micheli, le ha solicitado públicamente una entrevista al gobernador José Manuel de la Sota para comunicarle su preocupación por todos los ciudadanos presos a raíz de la pueblada de Corral de Bustos. Micheli también lo plantea más allá del trámite judicial, ha dicho que se trata de un problema político al que se le dará una respuesta política y espera ser recibido por el gobernador mientras va organizando un reclamo nacional tratando de sumar a Madres de Plaza de Mayo, Adolfo Pérez Esquivel y otros.
A todo esto, aún resuenan las palabras pronunciada por Osvaldo Bayer, quien volvió a manifestarse en relación a la causa diciendo que debe investigarse todo el “proceso llamado judicial, plagado de sombras, preguntas e inconsistencias”.
Jesús Chirino