Escribe: El Peregrino Impertinente
El Departamento Lácar, en el sur de Neuquén, se destaca por la belleza de sus montañas, sus lagos y sus paisajes en general. Una región tan encantadora, que hasta puede hacerlo llorar a uno. Sobre todo al volver a casa, y darse cuenta que lo más parecido a aquel milagro de la creación que uno tiene a mano, es una palangana en el patio y la pared sin revocar del fondo.
Con todo, el embrujo de la zona no se reduce a postales agraciadas: uno de los rasgos más fuertes y significativos del departamento es la presencia de las comunidades mapuches. Habitantes de la Patagonia desde tiempos remotos, los también conocidos como araucanos hacen a la esencia del lugar. En ese sentido, su huella está bien marcada en el Parque Nacional Lanín. Y no porque calcen 54 y anden con borceguíes del tipo aspirante a cabo primero. Allí residen unos cuatro mil miembros de este pueblo originario, dueños ellos de más de 24 mil hectáreas del espacio protegido.
En San Martín de los Andes, por ejemplo, sus dominios están bastante delimitados. De hecho, a la orilla del Lago Lácar algunas familias de la comunidad regentean un bonito camping, en el que el viajero puede conocer más sobre el interesante universo mapuche. Ya la primera pesquisa nos habla al respecto: parcelas demarcadas y luz eléctrica brillan por su ausencia. Y es que con el espectáculo natural que regala el complejo, regado de cosmología indígena, no hacen faltan lujos. Como mucho un Rolls Royce coupé para ir a comprar el pan y ya.
Igual, lo mejor del asunto respira en la charla con los nativos. Así, el visitante aprende de las luchas, las alegrías y las tristezas de esta colectividad que oficialmente cuenta con más de 100 miembros en todo el territorio nacional. A pesar de su cruel y complicada historia, los mapuches contagian con su risa y simpatía, bien alejada de cualquier tipo de rencor o encono hacia el otrora enemigo. Así que no se esperen escuchar chistes del tipo “Venían dos hombres blancos y uno le dice al otro”, “¿Cuántos hombres blancos se necesitan para cambiar una lamparita?”, y cosas por el estilo.